martes, 27 de marzo de 2012

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.

TOPICO GENERADOR ¿QUÉ INCIDENCIA TUVO LA CRISIS DE LA DEMOCRACIA EN EL AUGE DEL NAZISMO Y EL FASCISMO  SOBRE LAS CAUSAS QUE DESATARON EL CONFLICTO MUNDIAL?

ACTIVIDADES.

1. Realice un cuadro comparativo sobre los principales protagonistas de la Segunda Guerra Mundial que aparecen a continuación.

Adolf Hitler
Adolf Hitler (1889-1945), político alemán de origen austriaco, uno de los dictadores más poderosos del siglo XX, que transformó Alemania militarizando completamente su sociedad y llevó al país así como al resto del mundo a la II Guerra Mundial. Utilizó el antisemitismo como piedra angular de su propaganda y su política para hacer del partido nazi un movimiento de masas. La mayor parte de Europa y el norte de África estuvieron bajo su dominio durante algún tiempo. Fue el responsable de la ejecución de millones de judíos y de miembros de otros pueblos a los que consideraba seres inferiores.
Su juventud y sus comienzos en la política
Hitler nació en Braunau am Inn (Austria) el 20 de abril de 1889 y era hijo de un modesto funcionario de aduanas y de una campesina. Fue un estudiante mediocre y jamás llegó a finalizar la enseñanza secundaria. Solicitó el ingreso en la Academia de Bellas Artes de Viena, pero no fue admitido por carecer de talento. Permaneció en esa ciudad hasta 1913, donde vivió gracias a una pensión de orfandad, y más tarde comenzó a obtener algunos ingresos de los cuadros que pintaba. Leía con voracidad obras que alimentaban tanto sus convicciones antisemitas y antidemocráticas como su admiración por el individualismo y el desprecio por las masas.
Hitler se encontraba en Munich cuando comenzó la I Guerra Mundial y se alistó como voluntario en el Ejército bávaro. Demostró ser un soldado entregado y valiente, pero la más alta graduación que consiguió fue la de cabo, debido a que sus superiores consideraban que carecía de dotes de mando. Tras la derrota de Alemania en 1918, regresó a Munich y permaneció en el Ejército hasta 1920. Fue nombrado oficial de instrucción y se le asignó la tarea de inmunizar a los soldados a su cargo contra las ideas pacifistas y democráticas. Se unió al Partido Obrero Alemán, de signo nacionalista, en septiembre de 1919, y en abril de 1920 le dedicaba ya todo su tiempo. En esa época, había sido rebautizado como Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo (conocido abreviadamente como partido nazi) y Hitler fue elegido en 1921 su presidente (Führer) con poderes dictatoriales.

El ascenso al poder
Hitler difundió su doctrina de odio racial y desprecio por la democracia en los numerosos mítines que organizó y, mientras tanto, las organizaciones paramilitares del partido aterrorizaban a sus enemigos políticos. No tardó en convertirse en una figura clave de la política de Baviera gracias a la colaboración de oficiales de alta graduación y empresarios adinerados. En noviembre de 1923, un momento de caos político y económico, encabezó una rebelión (putsch) en Munich contra la República de Weimar, en la cual se autoproclamó canciller de un nuevo régimen autoritario. No obstante, el conocido como putsch de Munich fracasó por falta de apoyo militar.
Hitler fue sentenciado a cinco años de prisión como líder del intento de golpe de Estado, y dedicó los ocho meses de condena que cumplió a redactar su autobiografía: Mein Kampf (Mi lucha). Fue liberado como consecuencia de una amnistía general en diciembre de 1924, y reconstruyó su partido sin que ninguno de los representantes del gobierno al que había intentado derrocar pretendiera impedirlo. Durante la crisis económica de 1929, muchos alemanes aceptaron su teoría que la explicaba como una conspiración de judíos y comunistas. Hitler consiguió atraer el voto de millones de ciudadanos prometiendo reconstruir una Alemania fuerte, crear más puestos de trabajo y devolver la gloria nacional. La representación del partido nazi en el Reichstag (Parlamento) pasó de 12 diputados en 1928 a 107 en 1930.
El partido continuó creciendo durante los dos años siguientes, aprovechando la situación creada por el aumento del desempleo, el temor al comunismo y la falta de decisión de los rivales políticos del Führer frente a su confianza en sí mismo. Sin embargo, cuando Hitler fue nombrado canciller en enero de 1933, los grandes empresarios esperaban poder controlarle con facilidad.

El Dictador de Alemania
Pese a lo previsto por el poder económico, una vez que Hitler accedió a la jefatura del gobierno, no tardó en autoproclamarse dictador de la nación, acumulando la presidencia del Reich y de la cancillería con el título de Reichsführer. Miles de ciudadanos contrarios al partido nazi fueron enviados a campos de concentración y se eliminó cualquier asomo de oposición. Su mayoría parlamentaria le permitió aprobar una ley que transfería al partido nazi el control de la burocracia y del sistema judicial, reemplazaba los sindicatos por un Frente del Trabajo alemán dirigido también por los nazis y prohibía todos los partidos políticos excepto el Nacionalsocialista. Las autoridades nazis tomaron el control de la economía, los medios de comunicación y todas las actividades culturales haciendo depender los puestos de trabajo de la lealtad a su ideología.
Hitler contaba con su policía secreta, la Gestapo, y con las cárceles y campos de concentración para intimidar a sus oponentes, aunque la mayoría de los alemanes le apoyaban con entusiasmo. El avance de la industria armamentística acabó con el desempleo, los trabajadores se vieron atraídos por un ambicioso programa de ocio y los éxitos alcanzados en política exterior impresionaron a la nación. De este modo, Hitler consiguió moldear al pueblo alemán hasta convertirle en la herramienta flexible que necesitaba para establecer el dominio de Alemania sobre Europa y otras partes del mundo. El dictador impuso su propio y brutal código moral tras desacreditar el poder de las autoridades eclesiásticas, acusándolas de corrupción e inmoralidad. Ridiculizó el concepto de igualdad entre los seres humanos y reivindicó la superioridad racial de los alemanes. Puesto que se consideraban miembros de una raza superior, creían tener derecho a dominar a todas las naciones a las que habían sometido. La creciente e implacable persecución contra los judíos tenía como objetivo familiarizar a los alemanes con esta tarea.
Hitler, resuelto a emprender la creación de su imperio, inició el rearme de Alemania en 1935 (en contra de lo acordado en el Tratado de Versalles que había puesto fin a la I Guerra Mundial en lo referente a la derrotada Alemania), envió tropas a la región desmilitarizada de Renania en 1936, y anexionó Austria y los Sudetes en 1938. El resto del territorio checoslovaco quedó bajo control alemán en marzo de 1939. También acudió en ayuda de las tropas rebeldes de la Guerra Civil española (1936-1939), encabezadas por Francisco Franco. Ninguno de los líderes de otros países se opusieron a estas acciones, desconcertados ante la estrategia de Hitler y ante el temor de que se produjera una nueva guerra.

La II Guerra Mundial
Hitler era consciente de que cualquier otra acción podría provocar un conflicto europeo, y no vaciló en preparar a Alemania para una lucha que, a su juicio, fortalecería la moral del país. Firmó el pacto de neutralidad Germano-soviético con la promesa de que cedería a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) una parte del territorio de Polonia cuando esta nación fuera derrotada, para lo cual la atacó en septiembre de 1939. Los polacos fueron sometidos con rapidez y sus aliados, los británicos y los franceses, que habían declarado la guerra a Alemania, no pudieron hacer nada para ayudarles. Las fuerzas de Hitler invadieron Dinamarca y Noruega en la primavera de 1940 y, pocas semanas después, vencieron a las tropas de los Países Bajos, Bélgica y Francia. La derrota de Gran Bretaña pudo evitarse gracias a la intervención de las Fuerzas Aéreas Reales (RAF), que rechazaron a la Luftwaffe (fuerzas aéreas alemanas).
Hitler, dejándose llevar por su ambición y su odio al comunismo, volvió su atención hacia la Unión Soviética. Su primer paso fue conquistar la península Balcánica para proteger este flanco. La invasión de la URSS, que comenzó en junio de 1941, no tardó en llevar a los ejércitos alemanes a las puertas de Moscú pero los rusos les obligaron a retroceder en diciembre, precisamente cuando Estados Unidos decidió intervenir en el conflicto. Fue en ese momento cuando Hitler se dio cuenta de que la guerra estaba perdida desde el punto de vista militar, pero decidió continuar con la esperanza de que alguna nueva arma invencible o alguna maniobra política milagrosa pudiera salvar la situación.
A medida que transcurría el tiempo, la derrota se hacía más inevitable, pero Hitler continuaba negándose a capitular ante la creencia de que Alemania no merecía sobrevivir por no haber conseguido cumplir su misión. Por otro lado, el plan destinado a exterminar a los judíos seguía su marcha durante todo este periodo, y los innumerables trenes que transportaban a los millones de prisioneros a los campos de concentración representaban una lacra para el esfuerzo económico de la guerra. En julio de 1944, un grupo de oficiales organizó una conspiración para asesinar a Hitler y poner fin a la contienda, pero el plan fracasó. Finalmente, dejando tras de sí a una Alemania invadida y derrotada, Hitler se suicidó en su búnker de Berlín el 30 de abril de 1945, junto con la que había sido durante largo tiempo su compañera, Eva Braun, con la que había contraído matrimonio el día anterior.
Hitler poseía una personalidad carismática y una arrolladora energía. Su legado fue solamente un rastro de destrucción total y ninguna de las instituciones u organizaciones que creó ha perdurado.



Joseph Stalin
Stalin (1879-1953), político soviético de origen georgiano, moldeó los rasgos que caracterizaron al régimen de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URRS), Estado del que fue su máximo dirigente (1929-1953), y configuró más que ningún otro gobernante la Europa posterior a la II Guerra Mundial.
Iósiv Visariónovich Dzhugachvili (su verdadero nombre y que 1910 adoptó el apodo de Stalin, que en español significa "Acero") nació el 21 de diciembre de 1879, en Gori (Georgia). Sus padres eran campesinos georgianos y no hablaban ruso, pero Stalin fue obligado a aprenderlo cuando asistió a la escuela religiosa de Gori (1888-1894), centro en el que obtuvo una beca para acudir al seminario ortodoxo de la capital georgiana, Tbilisi.
Mientras estudiaba teología, Stalin leyó, entre otras obras, Das Kapital (El Capital) de Karl Marx y pronto adoptó el marxismo ruso como forma de pensamiento. Fue expulsado del seminario en diciembre de 1899, días antes de cumplir 20 años de edad.
Se afilió al Partido Obrero Socialdemócrata Ruso en 1899 y actuó como propagandista entre los trabajadores de los ferrocarriles de Tbilisi. La policía le detuvo en 1902. Arrestado en Batum, estuvo más de un año en prisión antes de ser exiliado a Siberia, de donde escapó en 1904. Fue la primera de las ocho detenciones que sufrió bajo el régimen zarista; la última se produjo en 1913 y duró hasta 1917.
A su regreso de Siberia en 1904 Stalin se casó con Yekaterina Svanidze, que murió en 1910. Su segunda esposa, Nadezhda Alliluyeva, con la que había contraído matrimonio en el año 1919, se suicidó en 1932.
Durante los últimos años del régimen zarista (1905-1917) Stalin apoyó siempre a la facción bolchevique del partido, pero su contribución fue más pragmática que teórica. Así, en 1907, ayudó a organizar un atraco a un banco de Tbilisi para "expropiar" sumas de dinero. Lenin le nombró en 1912 miembro del Comité Central del partido. Al año siguiente, editó, por poco tiempo, el recién creado periódico del partido, Pravda (Verdad) y, a petición de Lenin, escribió su primera gran obra, El marxismo y la cuestión nacional. Sin embargo, antes de que se publicara (1914), fue deportado a Siberia.
Tras la revolución de marzo de 1917 (febrero según el calendario juliano), Stalin regresó a San Petersburgo, donde reanudó la publicación de Pravda. Junto a Liev Kámenev, controló las decisiones del partido en la capital antes del regreso de Lenin en abril. Ambos propugnaron una política de moderación y cooperación con el gobierno provisional.
Dada su categoría de bolchevique experto en nacionalismo, Lenin le escogió como comisario del pueblo para las Nacionalidades tras la revolución de noviembre (octubre según el calendario juliano). Junto a Yákov Mijáilovich Sverdlov y Liev Trotski, asesoró a Lenin durante los primeros y difíciles momentos de la guerra civil que siguió a la Revolución Rusa. Stalin participó en esa guerra como comandante en varios frentes. Reforzó su posición en el seno del partido por su obstinado trabajo de organización y dedicación a las tareas administrativas del mismo. Fue comisario del pueblo para el Control del Estado entre los años 1919 y 1923, y, lo más importante, se convirtió en secretario general del partido en 1922. Desde entonces surgieron las diferencias de opinión con Lenin, el cual en su testamento político aconsejó el cese como secretario general de Stalin, por lo que éste ocultó dicho documento.
Tras la muerte de Lenin, Stalin se unió a Grígori Zinóviev y a Kámenev para, los tres juntos, gobernar el país. Con esos aliados temporales, Stalin actuó contra su gran rival Trotski, principal candidato para suceder a Lenin y cuya teoría de la revolución permanente contrastaba con la opinión del triunvirato que defendía "la construcción del socialismo en un sólo país". Una vez eliminada la amenaza de Trotski, Stalin giró de nuevo, alineándose con Nikolái Bujarin y Alexéi Ivánovich Ríkov en contra de sus antiguos compañeros. En respuesta, Trotski, Zinóviev y Kámenev desafiaron la autoridad de Stalin al considerase como la "oposición de izquierdas". Stalin venció a todos sus rivales gracias a una hábil manipulación y utilización de los órganos del partido y del Estado, y en 1929, ya había consolidado su posición como reconocido sucesor de Lenin y reforzado su poder como líder único de la Unión Soviética.
Ante el descenso de la productividad agraria a finales de la década de 1920, Stalin reaccionó con el abandono de la NEP (Nueva Política Económica) y el inicio en 1929 de un programa de colectivización acelerada, dirigida contra los kulaks (campesinos propietarios). Millones de kulaks fueron deportados y miles de ellos murieron durante la aplicación de esta política que fue especialmente dura en regiones como Ucrania. El proceso de industrialización desarrollado durante la década de 1930 tuvo mucho más éxito. Elevó a la atrasada URSS al nivel de otras potencias industriales.
A mediados de la década de 1930 Stalin inició una gran campaña de terror político. Las purgas, los arrestos y las deportaciones a los campos de trabajo afectaron a gran parte de la población de la URSS. Sus antiguos rivales, Zinóviev, Kámenev y Bujarin admitieron durante una serie de juicios multitudinarios y con muy pocas garantías las acusaciones de crímenes contra el Estado y fueron condenados a muerte. Un número indeterminado de dirigentes del partido y del Ejército desaparecieron durante este periodo, lo que despejó el camino a una nueva generación en la que se encontraban futuros dirigentes como Nikita Jruschov y Leonid Brezhnev. La dictadura del proletariado se había convertido en la dictadura de la burocracia del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) y del propio Stalin; el temor inspirado por la policía secreta política formaba parte esencial del régimen.
Pese al Pacto Germano-soviético de 1939, las tropas alemanas invadieron la Unión Soviética en junio de 1941 durante la II Guerra Mundial. El Ejército soviético (el Ejército Rojo) se encontraba muy debilitado por las purgas políticas de la década de 1930. Stalin dirigió personalmente la guerra contra la Alemania nazi y, tras la victoria soviética en la batalla de Stalingrado, se convirtió en uno de los líderes mundiales.
Stalin participó en las conferencias de Teherán (1943), Yalta (1945) y Potsdam (1945), en las que logró el reconocimiento internacional de una esfera de influencia soviética en la Europa del Este. Acabada la guerra, extendió el dominio comunista sobre la mayor parte de los países liberados por el Ejército soviético, en los que se establecieron las denominadas democracias populares, uno de los elementos que propició el inicio de la Guerra fría. En enero de 1953 ordenó la detención de numerosos doctores en medicina de Moscú, principalmente judíos, acusándoles de asesinatos médicos y de conspiración contra el Estado. El llamado "complot de las blusas blancas" parecía presagiar una nueva purga, que sólo evitó el repentino fallecimiento de Stalin el 5 de marzo de 1953 en Moscú.
Stalin ha pasado de ser considerado un mito del socialismo internacional a estar incluido en la nómina de dictadores irracionales del siglo XX. No en vano se conoce como estalinismo al régimen político caracterizado por el rígido autoritarismo comunista. Tres años después de su muerte, el XX Congreso del PCUS denunció a Stalin y comenzó el denominado proceso de desestalinización.


Benito Mussolini

Benito Mussolini (1883-1945), político italiano, jefe de gobierno y dictador (1922-1943), fundador del fascismo, llevó a Italia a su desastrosa intervención en la II Guerra Mundial junto al III Reich.
Nació en Dovia di Predappio (provincia de Forlì) el 29 de julio de 1883, y era hijo de un herrero que le vinculó desde su juventud al socialismo. Militante del Partido Socialista Italiano (PSI) a partir de 1900, un año después obtuvo el título de maestro de escuela, pero en 1902 huyó a Suiza para evitar cumplir el servicio militar. Regresó a su país en 1904 y se dedicó a la enseñanza durante cinco años, periodo tras el cual se instaló en Trento para trabajar como periodista, llegando a dirigir un semanario (L'avvenire del Lavoratore). Contrajo matrimonio con Rachele Guidi en 1910, unión de la cual nacerían cinco hijos. De regreso a su provincia natal, en concreto a la capital, Forlì, pasó a dirigir la federación socialista provincial, así como el semanario La Lotta di Classe.
En 1911 sufrió cinco meses de cárcel acusado de encabezar en la región de Emilia-Romaña una violenta protesta contra la Guerra Ítalo-turca por la posesión de Libia. Convertido en uno de los principales dirigentes del ala revolucionaria socialista, en diciembre de 1912 fue nombrado director de Avanti!, el diario oficial del PSI con sede en Milán. En los momentos previos al estallido de la I Guerra Mundial en 1914, la reacción inicial de Mussolini fue denunciar el carácter imperialista del conflicto desde una posición neutralista, pero no tardó en cambiar de opinión y reclamar la intervención de Italia en apoyo de los aliados.
Fue expulsado del PSI y de la dirección de Avanti! por su defensa de la participación italiana en la guerra y fundó en octubre de 1914 su propio diario en Milán, IL Popolo d'Italia, desde el cual defendió su postura respecto al conflicto mundial. Una vez que Italia declaró la guerra a los Imperios Centrales a partir de mayo de 1915, se enroló en septiembre de ese año como voluntario y combatió en la I Guerra Mundial hasta que en febrero de 1917 resultó herido.
El ascenso al poder del Fascismo
En el turbulento ambiente del Milán de la posguerra, Mussolini fundó los Fascios Italianos de Combate en marzo de 1919. Este movimiento de carácter nacionalista, antiliberal y antisocialista consiguió el apoyo de amplias capas de la sociedad al defender determinadas exigencias obreras, como la jornada laboral de ocho horas. Tomó su nombre de las fasces, un símbolo de la autoridad en la antigua Roma. Su actividad se extendió por las zonas rurales, donde los miembros de las paramilitares Milicias Voluntarias para la Seguridad Nacional, más conocidos como Camisas negras, conseguían el respaldo de los terratenientes mientras atacaban a las ligas de campesinos y a las asociaciones socialistas. En un alarde de oportunismo, el fascismo abandonó su talante republicano para ganarse la confianza no sólo de los grandes propietarios agrarios e industriales sino también del Ejército y de la propia monarquía.
El 7 de noviembre de 1921 fundó el Partido Nacional Fascista, que supuso de alguna manera la sustitución del programa social como elemento fundamental de su ideario político para poner en el centro de éste la oposición radical al socialismo y al sistema parlamentario. Tras su fracaso electoral de 1919, Mussolini se presentó candidato a las elecciones parlamentarias de 1921 y resultó elegido diputado.
El 29 de octubre de 1922, un día después de que los fascistas realizaran la denominada marcha sobre Roma, el rey Víctor Manuel III encargó a Mussolini la formación de un nuevo gobierno al nombrarle primer ministro (presidente del Consejo de Ministros). En 1925, el Duce (voz italiana que, en español, significa "jefe", y título adoptado por Mussolini hacia 1924) había transformado el país en un régimen totalitario de partido único basado en el poder del Gran Consejo Fascista (órgano creado en diciembre de 1922 pero institucionalizado seis años más tarde), respaldado por las Milicias Voluntarias para la Seguridad Nacional.
El nuevo entramado político culminó con la definitiva supresión del sistema liberal parlamentario, y la creación en enero de 1939 de la Cámara de los Fascios y de las Corporaciones, con un mero carácter consultivo. Dentro del nuevo Estado corporativo, los empresarios y los trabajadores se organizaban en grupos controlados por el partido que representaban a los distintos sectores de la economía. Se mantuvo el sistema capitalista y se incrementaron los servicios sociales, pero se abolieron los sindicatos independientes y el derecho a la huelga. Uno de los legados perdurables del fascismo fue la creación de un sistema de holdings industriales financiado por el Estado. De otro lado, los Pactos de Letrán, firmados con el Papado en febrero de 1929, terminaron con el conflicto que había enfrentado a la Iglesia y al reino de Italia desde 1870 y supusieron la creación de un nuevo Estado, la Ciudad del Vaticano.
Mussolini adoptó una política exterior agresiva ya desde 1923, cuando envió sin éxito fuerzas militares para invadir la isla griega de Corfú. Años después contravino las recomendaciones de la Sociedad de Naciones e inició la conquista de Abisinia (en términos generales, la actual Etiopía) en octubre de 1935, ganándose así la aclamación de casi todos los sectores de la sociedad italiana, especialmente cuando sus tropas entraron en la capital de aquélla, Addis Abeba, el 5 de mayo del año siguiente. El dictador culminó el colonialismo italiano, iniciado a finales del siglo XIX, mediante la instauración en mayo de 1936 del África Oriental Italiana, que significó la proclamación imperial del rey Víctor Manuel III. No obstante, la popularidad del Duce disminuyó cuando adoptó una serie de medidas, entre las que cabe destacar las siguientes: el envío de tropas para apoyar al general Francisco Franco durante la Guerra Civil española (1936-1939); la alianza con el dictador nacionalsocialista alemán Adolf Hitler mediante la formación en 1936 del Eje Roma-Berlín, que culminó con el denominado Pacto de Acero entre ambos estados, acordado en mayo de 1939; la promulgación de leyes contra los judíos y la invasión de Albania, que, llevada a cabo en abril de ese último año, supuso la entronización de Víctor Manuel III como rey de ese país.
Ejerció una notable influencia sobre los políticos españoles más conservadores. En 1923, al llegar al poder tras un golpe de Estado, el general y dictador Miguel Primo de Rivera trató de imitar a Mussolini e implantó soluciones e instituciones de carácter fascista hasta su caída en 1930. Posteriormente, partidos políticos de derechas, una vez implantada la II República española, enviaron emisarios al dictador italiano para buscar su apoyo en los planes que estaban preparando con el objeto de levantarse contra el régimen republicano. La subsiguiente sublevación encabezada por el general Francisco Franco se inició en julio de 1936 y Mussolini apoyó decisivamente a los rebeldes, enviando poco después a España tropas en su ayuda.
La II Guerra Mundial
Mussolini consideró que el Ejército italiano no estaba preparado cuando tuvo lugar el inicio de la II Guerra Mundial en septiembre de 1939. Hasta que las tropas alemanas invadieron Francia en junio de 1940, no se decidió a entrar en el conflicto y hacer cumplir los acuerdos a que le obligaba su pertenencia al Eje. Italia luchó contra los británicos en África, invadió Grecia, se unió a los ejércitos alemanes en el reparto de las áreas de influencia en el territorio yugoslavo y en la invasión de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y, finalmente, en diciembre de 1941 declaró la guerra a Estados Unidos.
Tras el incremento del control alemán sobre el régimen fascista italiano y las múltiples derrotas que sufrieron los ejércitos del Duce en dichas operaciones bélicas, el Gran Consejo Fascista le retiró su confianza y destituyó el 25 de julio de 1943. Víctor Manuel III, que nombró en su lugar al mariscal Pietro Badoglio, ordenó su detención al día siguiente. En el mes de septiembre el nuevo primer ministro firmó un armisticio con los aliados, que habían invadido el sur de Italia. Sin embargo, los alemanes liberaron ese mismo mes a Mussolini, que proclamó la República Social Italiana, efímero régimen colaboracionista radicado en Salò (en la orilla occidental del lago de Garda, situado en el norte italiano) y que sólo subsistió por la protección alemana.
Durante los últimos días de la guerra en Europa, el ex dictador intentó huir a Suiza con su amante, Clara Petacci, pero ambos fueron capturados en Dongo por partisanos italianos, quienes les fusilaron en Giulino di Mezzegra (en las proximidades del lago de Como, en la provincia de Como) el 28 de abril de 1945 por orden del Comité de Liberación Nacional. Los cadáveres de ambos fueron expuestos públicamente a continuación en las calles de Milán.



 
Franklin Delano Roosevelt (1882-1945), político estadounidense, presidente de Estados Unidos (1933-1945), el único elegido cuatro veces consecutivas; su programa, conocido como el New Deal, fue una respuesta a la Gran Depresión que convirtió al gobierno de su país en instrumento activo de cambio económico y social en contraste con su tradicional papel pasivo; durante la II Guerra Mundial, llegó a significados acuerdos con el resto de los aliados para derrotar a las potencias del Eje y establecer una organización internacional que gestionara la paz posterior.
Nacido el 30 de enero de 1882 en la localidad de Hyde Park, perteneciente al condado de Dutchess (estado de Nueva York), en el seno de una familia acomodada, era primo lejano de quien se convertiría asimismo en presidente estadounidense y premio Nobel de la Paz, Theodore Roosevelt.
Su formación comenzó en una selecta institución de enseñanza privada, la Groton School de Massachusetts. Tras graduarse en la Universidad de Harvard en 1904, asistió a la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia y comenzó a ejercer la abogacía en la ciudad de Nueva York en 1907, dos años después de contraer matrimonio con una sobrina de Theodore, Eleanor Roosevelt.

Comienzos de su carrera política
Como miembro del Partido Demócrata, la carrera política de Franklin Delano Roosevelt empezó con su elección para el Senado del estado de Nueva York en 1910. Su apoyo a la candidatura presidencial del también demócrata Thomas Woodrow Wilson en 1912 le valió la designación como secretario adjunto de la Armada en el gobierno de éste, cargo que ejerció desde 1913 hasta 1920, periodo durante el cual tuvo lugar la participación estadounidense en la I Guerra Mundial, entre 1917 y 1918. Nominado para la vicepresidencia en la candidatura demócrata de 1920, liderada por James Cox, no obtuvo tal cargo por la victoria del republicano Warren G. Harding en los comicios celebrados ese año.
Roosevelt sufrió un ataque de poliomielitis en 1921, pese a lo cual aceptó presentarse siete años más tarde como candidato para gobernador de Nueva York, en el marco de una estrategia electoral demócrata dirigida a aprovechar su prestigio en el norte para que el candidato presidencial, Alfred Smith, ganara el voto de ese estado. Aunque Roosevelt resultó elegido gobernador de Nueva York en 1928, Smith fue derrotado en las elecciones presidenciales de ese año por el republicano Herbert Clark Hoover.
Durante sus dos mandatos como gobernador de Nueva York (1929-1933), Roosevelt cimentó su reputación progresista gracias a su apoyo a los empobrecidos agricultores del norte. Cuando en el año de inicio de su cargo neoyorquino comenzó la Gran Depresión, intentó extender la protección del gobierno del estado a la población urbana a través de la Temporary Emergency Relief Administration (Agencia de Socorro en Emergencias Temporales). Comoquiera que la crisis económica se agudizó, reunió al denominado Brain Trust (un grupo de profesores de la Universidad de Columbia que colaboraría más tarde en su asesoramiento para aplicar el New Deal) con el objeto de elaborar un programa global que diseñara soluciones para la Gran Depresión.
Roosevelt ganó la nominación del Partido Demócrata a la presidencia, lo que le permitió derrotar fácilmente a Hoover en las elecciones celebradas en 1932.

Presidente
Su promesa electoral de "un nuevo reparto para el pueblo estadounidense" fue un presagio de la innovadora prolongación del poder federal a la vida cotidiana del país, desde que en marzo de 1933 accediera a la presidencia.
El esfuerzo por restaurar la prosperidad
Sus tres primeros meses en el cargo estuvieron marcados por una legislación promovida desde el poder ejecutivo, encabezado por él mismo. En una época de alarmante desempleo, con la bolsa de valores hundida, miles de bancos inmersos en procesos de quiebra y los precios de los productos agrícolas por debajo del coste de producción, el Congreso aprobó a petición de Roosevelt una serie de medidas de emergencia destinadas a proporcionar liquidez a las instituciones bancarias, tales como el abandono del patrón oro en 1933 o la devaluación del dólar un año más tarde.
Aparte de las medidas de socorro, como la creación de la Works Progress Administration (Agencia para la Mejora del Trabajo), el New Deal (nombre de la política económica y social aplicada por Roosevelt, que ha sido traducida al español como "Nuevo Reparto", pero también como "Nuevo Trato") apuntaba a la búsqueda de soluciones a largo plazo para los problemas derivados de la I Guerra Mundial. El hundimiento de la agricultura como consecuencia del exceso de producción había comenzado en 1921, haciendo que millones de agricultores emigraran a las ciudades a lo largo de esa década. Roosevelt consideraba que ésta era la principal causa del colapso económico producido en 1929 y respondió con un amplio programa agrario respaldado por la Agricultural Adjustment Act (Ley de Regulación o Adaptación Agrícola) de 1933, aplicada por su secretario (ministro) de Agricultura y futuro vicepresidente suyo, Henry Agard Wallace. Esta legislación introdujo controles de producción para equilibrar la oferta y la demanda, facilitó la reforestación y conservación de espacios naturales y proporcionó subvenciones para poder restringir la producción agrícola.
El programa de la Tennessee Valley Authority (Autoridad del Valle del Tennessee), elaborado en 1933, establecía la construcción de presas para generar energía eléctrica, controlar el agua y mejorar las técnicas agrarias y de navegación fluvial, pero también asumía la creación de hospitales y escuelas. Las nuevas industrias, atraídas por el bajo costo de la electricidad y mano de obra, diversificaron la economía sureña y beneficiaron a un área empobrecida hasta entonces.

La Coalición del New Deal
La política del New Deal atrajo hasta el Partido Demócrata a la población negra y a otras minorías urbanas, así como al movimiento laborista, formándose la llamada Coalición del New Deal. La National Industrial Recovery Act (NIRA, Ley de Recuperación Industrial Nacional) de 1933 pretendió aplicar un esquema de estabilización industrial diseñado para mantener los precios y promover la formación de sindicatos. La estricta regulación de la emisión de valores bursátiles, reforzada por la Securities and Exchange Commission (Comisión de Bolsa y Valores), aumentó aún más la oposición de los empresarios. Por contra, los beneficios generados por la Social Security Act (Ley de Seguridad Social) de 1935, por la legislación del seguro de desempleo y por la Ley de Normalización del Trabajo de 1938 le otorgó el apoyo incondicional de la clase obrera.
Ese conjunto legislativo ha sido considerado como el comienzo del Estado de bienestar en Estados Unidos. No obstante, en 1935 y 1936 el Tribunal Supremo de Estados Unidos, compuesto en su mayoría por miembros conservadores, declaró inconstitucionales las disposiciones de la NIRA y de la Ley de Regulación o Adaptación Agrícola.

Reelecciones
Tras derrotar al candidato republicano Alfred M. Landon y ser reelegido presidente en la cita electoral de 1936, Roosevelt trató de neutralizar al Tribunal Supremo mediante su reorganización. También hubo de afrontar la oposición al New Deal generada en el Congreso por parte de una coalición de demócratas conservadores y republicanos.
La inminencia de la II Guerra Mundial, seguida de la participación de Estados Unidos en la misma, desviaron a partir del final de la década de 1930 la atención de la política interior del presidente e hicieron posible su reelección frente a los candidatos republicanos Wendell L. Willkie y Thomas Edmund Dewey, en 1940 y 1944, respectivamente.

Política exterior antes de la guerra
El cargo de secretario de Estado (ministro de Asuntos Exteriores) fue desempeñado durante los tres primeros mandatos de Roosevelt por Cordell Hull. Uno de los actos más importantes de su primer año presidencial fue el reconocimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Aunque había apoyado en su momento al entonces presidente Thomas Woodrow Wilson, Roosevelt abandonó las ideas de éste relativas a la mayor participación estadounidense en las relaciones internacionales y el país retornó así a su tradicional aislacionismo. No obstante, a finales de la década de 1930, espoleado por la agresiva actitud del dictador alemán Adolf Hitler en Europa y por el expansionismo japonés en el océano Pacífico, impulsó a Estados Unidos para que se implicara de nuevo en los asuntos internacionales. Sin embargo, se vio frenado por el fuerte sentimiento aislacionista de los votantes y por la actividad del Congreso, que aprobó una serie de leyes de neutralidad destinadas a evitar la entrada de Estados Unidos en la II Guerra Mundial.
Roosevelt hizo prevalecer su postura cuando, alarmado por la ocupación de Francia por parte de Alemania en 1940, el Congreso aprobó al año siguiente la denominada Lend-Lease Act (Ley de Préstamo y Arriendo) para ayudar a Gran Bretaña en su resistencia contra los bombardeos germanos. Dicha norma jurídica, creada para proveer de recursos a los países atacados por las potencias del Eje, fue aplicada a su vez a la URSS, después de que en junio de 1941 ésta fuera invadida por los ejércitos alemanes. El ataque japonés a la base estadounidense de Pearl Harbor (Hawai) el 7 de diciembre de 1941 hizo que Estados Unidos entrara al día siguiente en el conflicto, alineándose junto a Gran Bretaña y la URSS, tras la aprobación por parte del Congreso de la declaración de guerra a Japón solicitada por el propio Roosevelt.
Por lo que se refiere a la actitud de su administración ante los demás países del continente americano en esta primera fase de su actividad exterior, el presidente formuló su intención de aplicar una "política de buena vecindad". Expresados estos deseos en la reunión panamericana celebrada en Montevideo (1933), y confirmados en la que tuvo lugar en Buenos Aires (1936), los principios de cooperación económica y política entre Estados Unidos y las naciones latinoamericanas se hicieron realidad cuando Roosevelt reconoció la soberanía de Cuba (1934) y Panamá (1936), así como al ordenar la retirada estadounidense de Nicaragua (1933) y Haití (1934).

La II Guerra Mundial
Junto con el primer ministro británico, Winston Churchill, firmó en agosto de 1941 una decisiva declaración conjunta que pasó a ser conocida como la Carta del Atlántico. En enero de 1943, reunidos ambos en la ciudad marroquí de Casablanca, insistieron en la rendición incondicional del Eje para evitar un futuro resurgimiento militar de las potencias que lo componían. En la Conferencia de Quebec (agosto de 1943) se planificó la posible invasión de la región francesa de Normandía, en manos alemanas. En Moscú (octubre de 1943) los ministros de Asuntos Exteriores de los países aliados aprobaron la creación de una organización internacional que asegurara la paz mundial tras la guerra. La estrategia militar y el problema de la ordenación territorial de la posguerra se trataron en la Conferencia de Teherán (noviembre-diciembre de 1943), donde se acordó la definitiva invasión del norte de Francia, y en una reunión celebrada en Quebec (septiembre de 1944).
Finalmente, en la Conferencia de Yalta (febrero de 1945), Roosevelt, Churchill y el máximo dirigente soviético, Iósiv Stalin, que ya se habían reunido en Teherán dos años antes, expusieron por primera vez sus planes para crear tras la guerra un organismo internacional con el objetivo de preservar la paz. Sin embargo, Roosevelt no pudo asistir al final de la guerra ni a la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Falleció el 12 de abril de 1945, en la localidad de Warm Springs (Georgia), y fue sucedido por su vicepresidente, Harry S. Truman.


Winston Churchill

Winston Churchill (1874-1965), político y escritor británico, primer ministro (1940-1945; 1951-1955) y premio Nobel de Literatura, una de las figuras más importantes del siglo XX, no sólo en su país, conocido principalmente por el valor transmitido en su primer mandato gubernamental durante la II Guerra Mundial.
Nacido el 30 de noviembre de 1874 en el palacio de Blenheim (condado de Oxford), era el hijo mayor del aristócrata y político conservador Randolph Henry Spencer Churchill y de la estadounidense Jennie Jerome. Se graduó en la Real Academia Militar de Sandhurst, pero, después de haber servido en la India y Sudán, en 1899 solicitó la excedencia en el arma de caballería para acudir como corresponsal a la Guerra Bóer. Se convirtió en héroe nacional al protagonizar una arriesgada fuga tras haber sido capturado. En 1900 resultó elegido diputado y perteneció al Partido Conservador hasta 1904, año en el que se unió al Partido Liberal. En 1908 fue nombrado ministro de Comercio en el gabinete liberal de Herbert Henry Asquith. Posteriormente ejerció el cargo de ministro del Interior (1910-1911) en el mismo gobierno y trabajó en estrecha colaboración con el ministro de Hacienda, David Lloyd George, para implantar determinadas reformas sociales. Como ministro de Marina (lord del Almirantazgo) desde 1911, llevó a cabo importantes cambios para modernizar la Armada.

La I Guerra Mundial y el periodo de entreguerras
El papel desempeñado por Churchill durante los primeros momentos de la I Guerra Mundial fue tan polémico que casi arruinó su carrera política. Los problemas en la Armada y su apoyo a la trágica campaña de Gallípoli (iniciada en abril de 1915), le obligaron a presentar su dimisión como ministro de Marina a finales de 1915. Pasó a servir entonces en el Ejército británico, con el grado de teniente coronel, en el frente francés. Volvió a formar parte del gabinete en 1917, cuando entró en el gobierno de coalición encabezado por Lloyd George, y hasta 1922 ocupó sucesivamente los ministerios de Municiones, de Guerra y de las Colonias. El fracaso electoral de Lloyd George y del Partido Liberal en 1922 dejó a Churchill fuera del Parlamento hasta 1924, cuando obtuvo el acta de diputado tras volver a unirse al Partido Conservador. Regresó al gobierno ese mismo año como ministro de Hacienda del gabinete conservador de Stanley Baldwin, función que desempeñó hasta 1929. En este periodo mostró su talante conservador al volver a introducir a Gran Bretaña en el sistema del patrón oro y condenar enérgicamente el papel de los sindicatos en la huelga general de 1926.
Durante los años de la Gran Depresión (1929-1939), no le fue ofrecido ningún cargo gubernamental. Baldwin y posteriormente Arthur Neville Chamberlain (primer ministro entre 1937 y 1940) no estuvieron de acuerdo con su oposición al establecimiento de un gobierno autónomo en la India ni con su apoyo al rey Eduardo VIII en su decisión de abdicar en 1936. Tanto su insistencia en la necesidad de rearmar el Ejército como su censura a la política de apaciguamiento seguida por Chamberlain respecto del dictador alemán Adolf Hitler y plasmada en el Pacto de Munich acordado en septiembre de 1938, levantaron ciertos recelos. Sin embargo, cuando Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania en septiembre de 1939, se apreció finalmente la visión de Churchill y la opinión pública empezó a reclamar su retorno al Ministerio de Marina, al cual volvió poco después.

Primer Ministro
Sucedió a Chamberlain como primer ministro el 10 de mayo de 1940. Durante los difíciles días de 1940, ya iniciada la II Guerra Mundial -evacuación de Dunkerque, caída de Francia en poder alemán y batalla de Inglaterra-, la combatividad de Churchill y sus enfervorizados discursos infundieron ánimo a los británicos para continuar la lucha. Alentó desde entonces a sus compatriotas a comportarse de manera que "si el Imperio Británico y la Commonwealth existen dentro de mil años, la humanidad siga diciendo: Éste fue su gran momento". Gracias a la fructífera colaboración con el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, consiguió la ayuda militar y el apoyo moral de Estados Unidos. Una vez que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y Estados Unidos entraron en la guerra en 1941, Churchill estableció estrechos lazos con los líderes de lo que él denominó la "Gran Alianza". El 14 de agosto de 1941 firmó con Roosevelt la denominada Carta del Atlántico. Viajó incesantemente durante los años que duró el conflicto para coordinar la estrategia militar. Asimismo, mantuvo importantes reuniones con Roosevelt y con el dirigente soviético Iósiv Stalin, entre las que destacan la Conferencia de Teherán (1943), pero especialmente la Conferencia de Yalta, celebrada en febrero de 1945, donde se configuró el mapa de la Europa de la posguerra. En 1945 era un personaje admirado en todo el mundo, con lo que su gran reputación camuflaba el hecho de que el papel militar desempeñado por Gran Bretaña durante la contienda hubiera acabado siendo secundario. No obstante, al hacer caso omiso de las demandas populares de reforma social durante la posguerra, Churchill fue derrotado por el Partido Laborista en las elecciones de ese año. En julio de 1945 asistió a las primeras reuniones de la Conferencia de Potsdam, pero fue sustituido en la representación británica por el nuevo primer ministro, Clement Richard Attlee.
Churchill criticó las reformas encaminadas a crear el Estado de bienestar realizadas por el gobierno laborista de su sucesor, Attlee, y que, de alguna forma, él mismo había ayudado a inspirar en su actividad ministerial desempeñada a comienzos de la década de 1910. También advirtió del peligro que representaba la expansión soviética en un famoso discurso, pronunciado en la localidad estadounidense de Fulton (Missouri) en 1946, donde creó la expresión telón de acero. Volvió a ser primer ministro desde 1951 hasta 1955, pero, en esta ocasión, tanto su edad como los problemas de salud le impidieron imprimir dinamismo a su mandato. Tras presentar su dimisión, se dedicó a la pintura y a la literatura durante sus últimos años. Falleció el 24 de enero de 1965, en Londres.
Churchill fue también un notable historiador. Entre sus obras más famosas se encuentran La II Guerra Mundial (6 volúmenes, 1948-1953), Historia de los pueblos de habla inglesa (4 volúmenes, 1956-1958) y, sobre todo, sus Memorias Churchill (6 volúmenes, 1948-1954). En 1953 recibió el Premio Nobel de Literatura y se le concedió el título de sir.
La desaparición de Churchill en 1965, al igual que la de la reina Victoria I en 1901, marcó el fin de una época de la historia británica. Nacido en el seno de una familia de la aristocracia victoriana, fue testigo y partícipe de la transformación del Imperio Británico en el Estado de bienestar, así como del declive de su país como potencia mundial. No obstante, su verdadero valor reside en que, gracias a su firme e inquebrantable coraje, consiguió guiar al pueblo británico y, con él, a las democracias occidentales, desde el abismo de la derrota contra el totalitarismo hasta la victoria final, en el mayor conflicto que el mundo había vivido.


PLAN DE MEJORAMIENTO GRADO NOVENO

PLAN DE MEJORAMIENTO GRADO NOVENO.

Estimados Estudiantes:

A continuación presento el plan de mejoramiento para las asignaturas de Democracia, ética, religión, y Ciencias Sociales.

1. Mejore su puntualidad y asistencia a clase.
2. Realice un escrito con sus propias palabras de minimo tres páginas hojas examen sobre la importancia de la responsabilidad y la sana convivencia .
3. Repase los temas vistos y preparece para la prueba por competencias.
4. lea los diferentes documentos vistos, visite el blog.
5. Haga una reflexión personal sobre el por qué usted ha obtenido tan bajos desempeños.

lunes, 5 de marzo de 2012

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER


DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.
Sentir, amar, sufrir y sacrificarse, será siempre el texto de la vida de las mujeres
Honoré de Balzac


Historia del Día de la mujer

Presentación de diapositivas cuando el Javascript no está activado

Introducción

El Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) es una fecha que celebran los grupos femeninos en todo el mundo. Esa fecha se conmemora también en las Naciones Unidas y es fiesta nacional en muchos países. Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar su día, pueden contemplar una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.

El Día Internacional de la Mujer se refiere a las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre. En la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; en la Revolución Francesa, las parisienses que pedían "libertad, igualdad y fraternidad" marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.

La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales.

Cronología

1909: De conformidad con una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos de América el día 28 de febrero se celebró en todos los Estados Unidos el primer Día Nacional de la Mujer, que éstas siguieron celebrando el último domingo de febrero hasta 1913.
1910: La Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer, de carácter internacional como homenaje al movimiento en favor de los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. No se estableció una fecha fija para la celebración.
1911: Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez (el 19 de marzo) en Alemania,Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de mujeres y hombres. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Menos de una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judías, murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos,y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.
1913 a 1914: En el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.
1917: Como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz". Los dirigentes políticos criticaron la oportunidad de la huelga, pero las mujeres la hicieron de todos modos. El resto es historia: cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia,o el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.
Desde esos primeros años, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva dimensión mundial para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo. El creciente movimiento internacional de la mujer, reforzado por las Naciones Unidas mediante cuatro conferencias mundiales sobre la mujer, ha contribuido a que la conmemoración sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica. El Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los derechos de la mujer.

viernes, 2 de marzo de 2012

crucigrama de la revolucion Rusa

http://www.educaplay.com/es/recursoseducativos/25424/revolucion_rusa.htm

LA REVOLUCION RUSA. DOCUMENTAL



LA REVOLUCIÓN RUSA

Díez Días que Conmovieron al Mundo (1967 / 87) 

Espero este documental les sirva en la comprensión de La Revolución Rusa.  Hasta pronto.


Tema "La Revolución Rusa"

topico Generador.
¿por qué algunas sociedades son sacudidas por estallidos sociales que conllevan a las revoluciones?

Actividad.

Realice el mapa conceptual del tema.
¿cómo era Rusia antes de la revolucion?
¿Rusia por qué era el país más atrazado de Europa?
¿cuales fueron las causas politicas, económicas y sociales de la Revolución?
¿Quién fue Lenin y que papel jugó en el desarrollo de la revolución?
Realice un listado de los personajes importantes de la revolución y describa el papel de cada uno en el desarrollo de la Revolución.
 ¿Por qué se dio la guerra civil?
¿Qué era la U.R.S.S.?
Haga una linea del tiempo con los sucesos de la Revolución Rusa.

Observaciones:
A través de este blog pueden hacer las preguntas correspondientes en la sección de opinión, dejar su nombre y curso al cual pertenecen.

LA REVOLUCIÓN RUSA: ANTECEDENTES Y DESARROYO DE LAS REVOLUCIONES DE 1917.
LA CONSTRUCCIÑON DE LA URSS: LA ÉPOCA DE LENIN Y LA DICTADURA DE STALIN.
1_ INTRODUCCIÓN: IMPORTANCIA HISTÓRICA DE LA REVOLUCIÓN RUSA
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, los deseos de grandes cambios sociales y políticos se extendieron por todo el mundo. Fue la revolución rusa de octubre de 1917 el acontecimiento que más profundamente respondió a tales deseos y mostró que la experiencia de un nuevo régimen y una nueva sociedad eran posibles. Lo que estaba en la URSS se convirtió en la esperanza de muchos revolucionarios de todo el mundo y ofreció un camino de desarrollo alternativo muy distinto al del capitalismo liberal. Cuarenta años después de la revolución, mas de una tercera parte de la humanidad estaba siguiendo su camino.
2_ LA SITUACIÓN DE RUSIA ANTES DE LA REVOLUCIÓN:
  • Situación política: el zarísmo.
El Imperio ruso era gobernado autocráticamente por los zares, y durante la 1ª mitad del S. XIX permanece ajeno a los cambios económicos y sociales de la revolución industrial. Es un país de base rural, la mayoría siervos.
Los zares concentran todos los poderes, decretan las leyes, designan ministros y tienen autoridad religiosa. A diferencia de los monarcas occidentales, el zar no tiene limitaciones parlamentarias o constitucionales, gobierna con ayuda de la policía política (Ochrana) y una compleja burocracia.
La estructura social es la siguiente:
Clases altas, formadas sobre todo por la nobleza y los clérigos. La nobleza ocupa la oficialidad del ejército, el alto funcionario y poseen la mayor parte de la tierra.
Clases medias, muy escasa, formada por campesinos ricos (kulaks) y pequeños comerciantes e industriales (ausencia de burguesía). Algunas profesiones liberales estaban reservadas a los nobles.
Clases bajas, compuestas por campesinos y obreros industriales, que carecían de todo tipo de derechos y sus salarios eran mínimos. Estaban muy concentrados geográficamente y también en grandes empresas.
La economía se basaba fundamentalmente en la agricultura, con una estructura arcaica y escasa modernización técnica. La mayoría de las tierras y las mejores, están en manos de las clases altas, siendo los siervos liberados los que sufrían las mayores cargas impositivas. La industrialización tendrá un importante desarrollo a partir del año 1880 hasta la guerra.
En los últimos años del S. XIX, había ciertos movimientos de oposición al zarismo:
Una corriente liberal moderada (profesiones liberales)
Una corriente revolucionaria (mundo rural)
En 1881, muere asesinado el zar Alejandro II, lo que va a provocar el endurecimiento del régimen zarista por parte de Alejandro III y el aumento de la oposición. En 1894 sube al trono Nicolás II que va a seguir con el absolutismo.
  • La sociedad rusa
El decreto de emancipación de los siervos en 1861 no satisfizo en absoluto las aspiraciones de los campesinos que cultivaban tierras pertenecientes a los nobles: debían pagar su propia liberación, impuesto personal, y , además, carecían de tierras suficientes para cultivar.
En la incipiente industria nació un nuevo proletariado, concentrado en algunas ciudades, su número era escaso y su influencia sobre el campesinado mínima.
La incipiente burguesía, también escasa en número, no estaba satisfecha con la estructura del Estado zarista, pese a las tímidas reformas liberalizadoras de la administración, debido a falta de participación y al gran coste e ineficacia de la burocracia y el ejército.
  • La economía
El particularismo feudal impidió cualquier apertura económica moderna en la Rusia de los zares durante siglos, dejando a la burguesía un espacio económico que imposibilitaba su propio desarrollo como clase.
La emancipación de los siervos en 1861 liberó enormes masas humanas que posibilitaron el crecimiento económico y el desarrollo del capitalismo. De hecho, es a partir de 1861 cuando Rusia entra en la etapa capitalista y empieza a superar su atraso ancestral.
Entre 1861 y 1914 se produce el mayor desarrollo económico en cientos de años, cambiando la radiografía del país. En 1861, sólo existían el 15% de las empresas industriales que funcionaban en 1905. Entre 1881 y 1900 se crearon el 61% de las mismas.
En 1767, Rusia produjo 163.000 ton. de acero. Unos cien años más tarde, en 1886, esta producción sólo había llegado a 311.000 ton. En 1896, sólo diez años después, ascendió a 1,6 millones de ton. Y en 1904 alcanzó los 2,9 millones de ton. Entre 1905 y 1914, Rusia dobló su producción industrial.
Sin embargo, este colosal desarrollo no rompió el retraso respecto a otros países. En vísperas de la guerra, en la cumbre de su prosperidad, la renta nacional de la Rusia zarista era de ocho a diez veces inferior a la de Estados Unidos y sólo tenía 0,4 km. de líneas férreas por cada 100 km², frente a los 11,7 de Alemania o los 7 de Austria-Hungría.
La clave de este atraso radica en el el predominio del campo sobre la ciudad y el mantenimiento de relaciones cuasi-feudales en el campo -a pesar de que en 1861 se procediera con gran retraso a la emancipación de los siervos-; la debilidad de la burguesía nativa y del naciente capitalismo ruso y la dependencia exterior; y el oscurantismo del régimen absolutista, que impedía el libre desenvolvimiento de la vida cultural y política.
  • Las fuerzas políticas
El régimen zarista era autocrático, es decir, absolutista. No había una Constitución. Las leyes eran cartas otorgadas por el zar. El poder del zar era de origen divino. Este poder se apoyaba coercitivamente en la temida y eficiente policía política, la Ojrana y también, en el ejército. Y, espiritualmente, en la influencia conservadora que la Iglesia ortodoxa ejercía en el campo y en la enseñanza. La administración central y local estaba en manos del Gobierno y de la nobleza. Existía un Gobierno y un Consejo de Estado.
En el campo existían los mir, las comunidades campesinas que entregaban las tierras municipales en usufructos anuales a los campesinos. También existían los zemstvos, una especie de consejos rurales con atribuciones administrativas muy reducidas.
Durante la revolución de 1905 surgieron los soviets o consejos obreros. Más tarde, los soviets también se crearían en el campo y en el ejército. Los soviets eran comités de representantes elegidos por una colectividad los obreros de una fábrica, los soldados de un regimiento o los campesinos de una aldea- que se reunían y tomaban decisiones. Los soviets, además, se reunían en un Soviet central que elegía un Comité Ejecutivo. La organización soviética surge de abajo a arriba, englobando a decenas de millones de seres en su organización y constituyendo un desafiante y poderosísimo contrapoder.
Tras la revolución de 1905 se crearon las dumas, una especie de parlamento con poderes muy limitados que era elegido por sufragio universal. El zar tenía derecho de veto y de hecho lo disolvía cuando le interesaba.
3_ LA FIGURA DE LENIN.
Vladimir Illich Ulianov, que recibió el apodo de Lenin en su época clandestina, estudió abogacía y se adhirió muy pronto a las ideas marxistas. Exiliado en 1900, lideró en 1903 la tendencia bolchevique en la escisión del Partido socialdemócrata ruso.
Durante la primera guerra mundial participó en las conferencias de Zimmerwald (1915) y Kienthal (1916) donde se reunieron socialistas europeos opuestos a la guerra, pero no consiguió que se adoptara su posición de rechazo a la "guerra imperialista" y la lucha por su transformación en una guerra civil de clases.
Tras la revolución de febrero de 1917 en Rusia, retornó rápidamente con la ayuda del gobierno alemán que le permitió cruzar el país en un tren en plena guerra. Una vez en Rusia dirigió la insurrección de octubre de 1917 que llevó a la formación de un gobierno bolchevique, el Consejo de Comisarios del Pueblo que el presidió.
Para Lenin, la revolución en Rusia era sólo la primera etapa de la revolución mundial. Sin embargo, esta no podía triunfar sin la supervivencia del estado soviéticos. Este planteamiento le llevó a que tras fracasar su propuesta a los contendientes de una paz sin anexiones ni indemnizaciones, recogida en el "decreto de la paz" de 8 noviembre de 1917, se decidió a firmar la paz por separado con Alemania y Austria-Hungría en Brest-Litovsk el 3 de marzo de 1918.
En el verano de 1920, tras ganar la guerra civil y con el Ejército Rojo próximo a vencer en la guerra ruso-polaca, creyó que la hora de la revolución en Europa había llegado. Para coordinarla promovió la creación de los partidos comunistas y les llamó a adherirse a la Komintern o Internacional Comunista creada en marzo de 1919. Sus esperanzas se desplomaron con la derrota rusa ante Varsovia en agosto de 1920 y el reflujo revolucionario en Alemania y Hungría.
El Ejército Rojo consiguió recuperar todos los territorios que habían pertenecido al imperio zarista ruso excepto los que estuvieron fuertemente apoyados por las potencias occidentales (Polonia, Finlandia y los países bálticos).
Tras concluir el Tratado de Rapallo con Alemania en 1922, intentando aprovecharse del antagonismo entre Berlín y las potencias occidentales, Lenin falleció de un ataque cerebral en marzo de 1923.
4_ UN PRECEDENTE, LA REVOLUCIÓN DE 1905:
  • Causas.
Su causa principal fue el fracaso en la guerra contra Japón por el control de Manchuria. Los rusos que no tenían poder se convertían en soldados que lucharían contra el ejército japonés. Pero estar personas tenían claro que Rusia estaba en desventaja y que se jugaban la vida al asistir a la guerra que, para ellos, estaba ya decidida. Así que en 1905 y durante el reinado de Nicolás II, se produjo una huelga general en San Petersburgo para evitar el embarque de los soldados hacia el lugar de conflicto.
  • Acontecimientos.
El 22 de enero de 1905, el llamado “Domingo Rojo”, los trabajadores se manifestaron pacíficamente, deseando acabar con la política reaccionaria del zar. La manifestación fue disuelta de manera sangrienta. La reacción del pueblo llegó a tomar magnitudes alarmantes: huelgas, atentados, insurrecciones, etc., llegándose a crear un soviet o consejo obrero en San Petersburgo
En el Manifiesto del 30 de octubre, Nicolás II renunció al poder absoluto y aceptó una Constitución, comprometiéndose a gobernar juntamente con la Duma (aunque ésta era de escasa efectividad) y a garantizar las libertades individuales. Se formaron a raíz de estos partidos políticos conservadores, burgueses y proletarios.
Los partidos conservadores estaban ligados a los reaccionarios. Deseaban la situación anterior de absolutismo y tan sólo aceptaban a la Duma como órgano consultivo, pero sin poder real.
Los partidos burgueses se dividían en moderados y progresistas. Los moderados o kadetes defendían una Constitución burguesa que contuviese sufragio censitario, soberanía nacional, monarquía constitucional e igualdad ante la ley. Los progresistas u octubristas defendían una Constitución democrática que contuviese sufragio universal masculino, soberanía popular, justicia social, etc.
Los partidos proletarios se dividían en comunistas y socialdemócratas. Los socialdemócratas (también llamados mencheviques) eran los moderados, partidarios de dialogar con los burgueses y acordar la Constitución que les interesase a todos. Los comunistas (también llamados bolcheviques) eran los radicales.
Las dos primeras Dumas, en 1906 y en 1907, fueron dominadas por los burgueses progresistas y los proletarios demócratas. Se aplicó una de las reformas agrarias de Stolpin, que contentó al sector agrario con la concesión de pequeñas propiedades de campesinos. Esto apaciguó la situación, lo que aprovechó el zar para desencadenar una nueva era de represión: disolvió la Duma y modificó el sistema electoral. Incluso asesinó a Stolpin.
A partir de 1808 dominaron los moderados en el gobierno. La revolución había fracasado, el problema no había sido resuelto. Las huelgas de los trabajadores adquirieron gran importancia y en algunos casos se convirtieron en revueltas callejeras y conflictos armados.
En 1914 llegó la 1ª Guerra Mundial, que trajo muertes y hambre a Rusia.
5_ LA REVOLUCIÓN DE 1917:
  • Causas inmediatas.
  • La revolución burguesa de febrero:
Cuando en el verano de 1914 el zar, al igual que el resto de las potencias europeas, movilizaba sus tropas, pocos podían prever que se iniciaba una guerra generalizada, larga y de consecuencias imprevisibles. Los diferentes gobiernos presentaron el conflicto como una guerra defensiva, breve y victoriosa. Pero tres años después, en 1917, los efectos de la prolongación del conflicto habían disminuido el fervor patriótico de los primeros días. En Rusia la movilización afectó al 10 por 100 de la población y el número de bajas fue el mayor ole los registrados en todos los países beligerantes. A la decepción sufrida por las continuas derrotas se sumaban los enormes esfuerzos de la movilización y los problemas ole abastecimiento de la población civil. La loca­lización de los frentes ole la guerra aumentaba el aislamiento de Rusia ya que las potencias centrales formaban un espació prácticamente continuo noroeste­-sudeste: el Reich alemán, el imperio austro-húngaro, Bulgaria, y el imperio turco, que dividía a los aliados en dos bloques: el occidental y el oriental, y dejaba a Rusia abandonada a sus propios recursos.
El descontento creciente se manifestó en el invierno de 1916-1917 con la extensión de una oleada de huelgas. Aumentaba el tono de las críticas de la Duma. La revuelta comenzó en febrero en Petrogrado.
El 23 de febrero (8 de marzo) de 1917, día internacional de la mujer celebrado por los partidos obreros, las empleadas de las fábricas textiles iniciaron una huelga y enviaron delegadas a las fábricas de otros sectores. Durante los días siguientes la huelga fue extendiéndose, llegando a convertirse en una convocatoria general. El ejército recibió la orden del zar de disparar sobre la multitud, pero los soldados, que también tenían motivos de queja, se amotinaron y fusilaron a sus oficiales, uniéndose a los manifestantes. Los obreros pudieron así entrar en los cuarteles y proveerse de armas y municiones. La ciudad de Petrogrado quedó en manos de los sublevados, mientras que los principales dirigentes revolucionarios estaban en el exilio. Inmediatamente se reconstruyó el soviet de Petrogrado. La coordinación de todos los soviets se realizaría a partir de junio mediante la reunión de los delegados enviados por cada uno de ellos a un Congreso de los soviets que se iría celebrando en diferentes ciudades. El zar, respondió disolviendo la Duma el día 26 (11). Pero la asamblea nombró un Gobierno Provisional, presidido por el príncipe Lvov, y en el que tan sólo habría un miembro del soviet, Kerrenski, que se convirtió en el ministro de justicia. Los soviets estaban dominados por los mencheviques y socialistas revolucionarios, partidarios de colaborar con el Gobierno Provisional para completar la “fase burguesa” de la revolución.
La tensión entre ambos poderes sea continua: el 2 de marzo (15) el zar renunció a la corona. El príncipe Lvov autorizó la huida secreta de la familia real a G. Bretaña.
La labor del Gobierno Provisional se centró en la promulgación de una amnistía general para todos los delitos políticos, la instauración de las libertades individuales y colectivas y la convocatoria de una Asamblea Constituyente.
En estas circunstancias apareció Lenin, cuya interpretación de los acontecimientos ocurridos en Rusia desde febrero impondría un giro en la evolución política. Supo canalizar el descontento de los campesinos, de los soldados y de los obreros y orientarlo hacia el establecimiento de un Estado obrero, que sustituyó al Estado burgués previsto por la Asamblea Constituyente nacida del golpe de febrero. Lenin, como Trotski, había pasado la guerra fuera de Rusia como consecuencia del exilio. Con la proclamación de la amnistía, ambos pudieron regresar. El 3 (16) de abril lo hizo Lenin, que llegó a Petrogrado procedente de Suiza atravesando el territorio de las potencias del eje en los trenes alemanes, puesto que la inteligencia germana pretendía acelerar la retirada rusa de la guerra.
Lenin ya había criticado en 1916 la pretensión de los gobiernos de presentar la guerra como una respuesta defensiva a una agresión exterior. La guerra era el resultado del imperialismo, de la competencia surgida de la rivalidad por dominar los mercados mundiales y de la defensa militar que los gobiernos burgueses hacían de sus intereses. En Rusia, Lenin denunciaba las conexiones existentes entre capitalismo financiero anglo-francés y el Gobierno Provisional. En las Tesis de Abril, se negaba a identificar la conmoción provocada por la guerra con una simple revolución burguesa, destinada únicamente a establecer una constitución. Era posible y necesario proceder a una autentica revolución social que permitiese la apropiación de los medios de producción por parte de los trabajadores. El resumen de este programa se estableció con la consigna: Paz, Tierra y todo el poder para los soviets.
La claridad y audacia de las ideas de Lenin distaban mucho de ser aceptadas por los soviets, que estaban dominados por mencheviques y socialistas revolucionarios. En mayo, representantes de ambos grupos se incorporaron al remodelado Gobierno Provisional. Controlaban, entre otras, la cartera de Guerra, que recayó en Kerenski, y las de agricultura y trabajo. El Gobierno defendió los latifundios frente a la ocupación campesina y estableció una política de contención de los salarios obreros. La posición de los leninistas seguía siendo minoritaria.
En el Primer Congreso de Soviets se rechazaron las consignas bolcheviques. Pero el 3 (16) de julio, coincidiendo con el fracaso de la gran ofensiva militar decidida por Kerenski en Galitzia (SO de Polonia), se produjo el levantamiento de la guarnición de Petrogrado. Los bolcheviques apoyaron la acción, que terminó fracasando. Trotski y Zinoviev fueron arrestados, Lenin huyó a Finlandia. El presidente de gobierno fue obligado a dimitir. Le sustituyó Kerenski al frente del tercer gobierno provisional. Pro en el mes de agosto, se organizó un nuevo intento de golpe de estado de carácter contrarrevolucionario. El general Kornilov reclamaba la proclamación del estado de sitio de Petrogrado. El antiguo general zarista pretendía asestar un golpe definitivo al soviet de Petrogrado que permitiese al ejército controlar todas las funciones de administración que eran ejercidas por los soviets desde la primavera. Desoyendo las órdenes de destitución de Kerenski, condujo sus tropas a la capital.
Pero los bolcheviques organizaron la resistencia: movilizaron la milicia (la Guardia Roja) e interrumpieron las comunicaciones que debían anunciar al resto del país la caída de la ciudad. Kornilov tuvo que desistir y se convertiría en uno de los principales cabecillas de la contrarrevolución, que con el apoyo de la Entente trataría más delante de derrotar a los bolcheviques.
  • Las tesis de abril.
  • El gobierno de Kerensky. El golpe de Estado de Kornilov.
  • La Revolución de Octubre, el triunfo de los bolcheviques:
La derrota del golpe de Estado del Gral. Kornilov aumentó el prestigio de los bolcheviques, que pasaron a constituir la mayoría en los soviets de las ciudades más importantes. Trotski, que desde los sucesos de julio se había unido a los bolcheviques fue elegido presidente del soviet de Petrogrado.
El día 7 (20) de octubre, Lenin regresó clandestinamente a Petrogrado y en la reunión de los dirigentes del partido bolchevique logró, con el apoyo de Trotski y Stalin, imponer su tesis de que era urgente organizar insurrección armada antes de que las tropas alemanas conquistasen Petrogrado. La opinión contraria fue defendida por Kamenev y Zinoniev.
La fecha límite era el 25 de octubre (7 de noviembre), día en que estaba prevista la reunión del II Congreso Panruso de los Soviets. En la noche del 24 al 25 de octubre (6 a 7 de noviembre) las partidas armadas de los bolcheviques ocuparon los centros neurálgicos de Petrogrado: las comunicaciones, los transportes y la administración. Tan solo resistió el Palacio de Invierno, en él se hallaba reunido el gobierno, con la excepción del presidente. Finalmente cayó al día siguiente.
El II Congreso de los Soviets respaldó la sublevación bolchevique. En la última sesión del Congreso se eligió un gobierno obrero y campesino de comisarios del pueblo. Estaba compuesto sólo por bolcheviques, el grupo que había dirigido la revuelta armada. Lo presidía Lenin, y Trotski fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores. Un casi desconocido Stalin se convertiría en el comisario para las nacionalidades. Inmediatamente, se abordaron los problemas cruciales mediante la población de una serie de decretos que satisfacían las ilusiones de la población.
Un primer decreto declaraba la firma inmediata de un armisticio que abriera paso a la apertura de conversaciones para establecer una paz justa. Otro decreto sobre la tierra daba satisfacción a las reivindicaciones de los campesinos pobres, que en realidad se remitía a una posterior legislación.
Diversos decretos sobre las empresas industriales y de servicios establecían también un tratamiento diferente para los grandes negocios y para la pequeña y mediana empresa. En cuanto a los primeros pasaron a ser propiedad del Estado, al que también correspondería el control del comercio exterior. Los propietarios estaban obligados a acatar las decisiones tomadas por los comités obreros en relación con la fabricación, conservación o distribución de materias primas y productos elaborados.
Se consideraba a las diferentes nacionalidades que componían el Imperio ruso en pie de igualdad.
6_ LA GUERRA CIVIL (1918-1920)
  • El ejercito rojo y el ejercito blanco.
Ejército Rojo.
Fuerzas Armadas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), constituido oficialmente el 28 de enero de 1918 a partir del Ejército Imperial ruso y cuya existencia llegó a su fin en diciembre de 1991, cuando tuvo lugar la desintegración del Estado soviético.
El encargado de su formación fue el dirigente bolchevique Liev Trotski. Su objetivo inicial era defender las fronteras de la URSS y proteger los logros de la Revolución Rusa frente a sus enemigos. La incorporación a filas fue voluntaria en un principio, de acuerdo con los ideales comunistas, pero al cabo de unos meses se introdujo el reclutamiento obligatorio. Como resultado de la revolución bolchevique el Ejército Rojo no introdujo ningún saludo oficial y careció de una jerarquía definida hasta 1935; sin embargo, adquirió una estructura mucho más convencional en los años siguientes, en los que aumentaron las comodidades ofrecidas a los soldados y las pagas.
Antes de que se produjera la desintegración de la URSS en 1991 —lo que supuso la propia fragmentación de este cuerpo en los distintos ejércitos de los nuevos estados—, estas tropas tomaron parte en tres importantes conflictos bélicos: la Guerra Civil rusa (1918-1922), la II Guerra Mundial (1939-1945) y la guerra de Afganistán (1979-1989). El Ejército Rojo llegó a disponer de 12,5 millones de soldados situados en los frentes noroccidental, occidental y suroccidental cuando, durante la II Guerra Mundial, la lucha que tenía lugar entre la URSS gobernada por Iósiv Stalin y el III Reich dirigido por Adolf Hitler se encontraba en su punto más crítico. Sufrió terribles pérdidas en 1942 durante las batallas decisivas de Moscú, Leningrado y Stalingrado, pero finalmente consiguió cambiar el rumbo de la guerra en favor de los aliados en la batalla de Kursk (1943), la mayor batalla la historia de la humanidad, en la que participaron directamente dos millones de soldados. Cuando concluyó la II Guerra Mundial y comenzó la era nuclear, el Ejército Rojo pasó a ser una fuerza de vigilancia establecida en los estados del Pacto de Varsovia que se utilizó para aplastar las rebeliones contra los regímenes comunistas desatadas en Hungría en 1956 (Revolución húngara) y en Checoslovaquia en 1968 (primavera de Praga).
A lo largo de la década de 1970 se reforzó este cuerpo ante la posibilidad de tener que librar una guerra convencional en Europa y para proyectar el poder soviético sobre el mundo, como oposición al de Estados Unidos. Durante la década de 1980 comenzó la era de la perestroika bajo el mandato de Mijaíl Gorbachov, que puso fin a la Guerra fría; por último, la retirada final del Ejército Rojo de Afganistán en 1989 asestó un golpe definitivo al sistema al que había apoyado fielmente durante siete décadas.
El ejercito blanco.
Ejército Rojo, Fuerzas Armadas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), constituido oficialmente el 28 de enero de 1918 a partir del Ejército Imperial ruso y cuya existencia llegó a su fin en diciembre de 1991, cuando tuvo lugar la desintegración del Estado soviético.
El encargado de su formación fue el dirigente bolchevique Liev Trotski. Su objetivo inicial era defender las fronteras de la URSS y proteger los logros de la Revolución Rusa frente a sus enemigos. La incorporación a filas fue voluntaria en un principio, de acuerdo con los ideales comunistas, pero al cabo de unos meses se introdujo el reclutamiento obligatorio. Como resultado de la revolución bolchevique el Ejército Rojo no introdujo ningún saludo oficial y careció de una jerarquía definida hasta 1935; sin embargo, adquirió una estructura mucho más convencional en los años siguientes, en los que aumentaron las comodidades ofrecidas a los soldados y las pagas.
Antes de que se produjera la desintegración de la URSS en 1991 —lo que supuso la propia fragmentación de este cuerpo en los distintos ejércitos de los nuevos estados—, estas tropas tomaron parte en tres importantes conflictos bélicos: la Guerra Civil rusa (1918-1922), la II Guerra Mundial (1939-1945) y la guerra de Afganistán (1979-1989). El Ejército Rojo llegó a disponer de 12,5 millones de soldados situados en los frentes noroccidental, occidental y suroccidental cuando, durante la II Guerra Mundial, la lucha que tenía lugar entre la URSS gobernada por Iósiv Stalin y el III Reich dirigido por Adolf Hitler se encontraba en su punto más crítico. Sufrió terribles pérdidas en 1942 durante las batallas decisivas de Moscú, Leningrado y Stalingrado, pero finalmente consiguió cambiar el rumbo de la guerra en favor de los aliados en la batalla de Kursk (1943), la mayor batalla de la historia de la humanidad, en la que participaron directamente dos millones de soldados. Cuando concluyó la II Guerra Mundial y comenzó la era nuclear, el Ejército Rojo pasó a ser una fuerza de vigilancia establecida en los estados del Pacto de Varsovia que se utilizó para aplastar las rebeliones contra los regímenes comunistas desatadas en Hungría en 1956 (Revolución húngara) y en Checoslovaquia en 1968 (primavera de Praga).
A lo largo de la década de 1970 se reforzó este cuerpo ante la posibilidad de tener que librar una guerra convencional en Europa y para proyectar el poder soviético sobre el mundo, como oposición al de Estados Unidos. Durante la década de 1980 comenzó la era de la perestroika bajo el mandato de Mijaíl Gorbachov, que puso fin a la Guerra fría; por último, la retirada final del Ejército Rojo de Afganistán en 1989 asestó un golpe definitivo al sistema al que había apoyado fielmente durante siete décadas.
El ejercito blanco.
Los dirigentes blancos estaban decididos a expulsar a los bolcheviques del poder y se convirtieron en una amenaza para el régimen a partir de noviembre. Esta circunstancia coincidió con la derrota de Alemania y el final de la I Guerra Mundial. Poco después, el almirante Alexandr V. Kolchak fue nombrado jefe oficial de las fuerzas blancas.
La guerra entre el Ejército Rojo y el Ejército Blanco no tardó en desplegarse en cuatro frentes: en el sur de Rusia, el oeste de Siberia, el norte de Rusia y la región del Báltico. Las tropas blancas controlaban la mayor parte de Siberia, así como el frente meridional, donde estaba instalado su centro de operaciones. Grandes franjas del frente occidental, sobre todo en Ucrania, fueron conquistadas alternativamente por ambos bandos. A pesar de las derrotas esporádicas, los rojos se hicieron fuertes en las tierras del interior y mantuvieron su cuartel general en Moscú. Las fuerzas de la caballería, dirigidas por el mariscal Sinión M. Budionny, protagonizaron algunas de las principales victorias del Ejército Rojo.
El almirante Kolchak, cuyo cuartel general se hallaba en Siberia, fue el comandante en jefe del Ejército Blanco hasta que renunció a su cargo a principios de 1920 tras varias derrotas significativas. Entre otros comandantes de estas fuerzas, destacan el mencionado general Denikin, que operaba en el sur de Rusia, el general Nikolái Yudenich, destinado a la región del Báltico, y el general Yevgeueni Miller, establecido en el noroeste de Rusia.
Los blancos lanzaron el 4 de marzo de 1919 su ofensiva más ambiciosa, un ataque contra Moscú sobre tres flancos. A pesar de las victorias iniciales, todas las tropas blancas habían sido sobrepasadas en el mes de noviembre por el Ejército Rojo. Las fuerzas blancas derrotadas se reagruparon en la península de Crimea y el general Denikin fue reemplazado en el mando por el general Piotr N. Wrangel. En la primavera de 1920, los hombres de Wrangel marcharon sobre Ucrania y Transcaucasia (la región de Caucasia que comprende los actuales estados de Georgia, Armenia y Azerbaiyán), pero fueron repelidos y derrotados en noviembre por el Ejército Rojo. Wrangel y sus tropas abandonaron Rusia por mar desde la península de Crimea.
Los bolcheviques también tuvieron que hacer frente a una invasión polaca en la primavera de 1920. El Ejército Rojo tomó la iniciativa, pero ninguno de los dos bandos se alzó con la victoria. En el mes de octubre se firmó un armisticio auspiciado por las potencias europeas. El Tratado de Riga, firmado en marzo de 1921, puso fin oficialmente a la guerra entre Rusia y Polonia.
  • El comunismo de guerra.
La derrota del Ejército Blanco y el fin de la guerra con Polonia permitieron al gobierno bolchevique ocuparse de recuperar los territorios perdidos en Asia central y otros lugares. Sin embargo, los campesinos rusos del oblast de Tambov y varios distritos más se rebelaron contra la política del gobierno, especialmente a causa de la requisa del grano, medida incluida en el comunismo de guerra. A mediados de 1921, el Ejército Rojo había sometido a casi todas las bandas de campesinos (conocidos como los Verdes) que habían surgido debido en parte a la hambruna que acabó con las vidas de las gentes del campo. En esta misma época, el Ejército Rojo invadió Transcaucasia, que volvió a quedar bajo control bolchevique. La intervención de Japón, que se había limitado a ocupar las regiones más orientales de Rusia, concluyó en 1922.
Los bolcheviques, que habían reclamado la mayor parte de los territorios del antiguo Imperio Ruso, fundaron la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1922. Continuaron haciendo frente a la resistencia presentada en Asia central por los basmachi (bandas armadas de guerrilleros islámicos que luchaban en defensa del nacionalismo de lo que en la actualidad es Uzbekistán). Pero hacia 1923 el Ejército Rojo había restablecido nuevamente su poder en esa región. No obstante, el nuevo Estado soviético no abarcaba tantos territorios como el antiguo Imperio Ruso. Finlandia y los Países Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) habían alcanzado la independencia; varias zonas de Ucrania y Bielorrusia habían quedado en poder de Polonia en virtud del Tratado de Riga; y Rumania se había anexionado Besarabia (que en la actualidad corresponde a buena parte del territorio de Moldavia).
Los bolcheviques contaron con diversos elementos a su favor que propiciaron su victoria en la Guerra Civil. Durante la fase inicial del conflicto disfrutaron del apoyo de numerosos trabajadores y campesinos. Se hicieron fuertes en la zona central de Rusia, donde se concentraba la población, la industria y los suministros de grano. Los blancos, por su parte, estaban dispersos en las zonas periféricas de Rusia, donde las escasas comunicaciones dificultaban la creación de un frente unido. Asimismo, los bolcheviques tenían un proyecto para el futuro, mientras que los blancos carecían de un programa político convincente. Por último, la superioridad militar de los rojos con respecto a los blancos era aproximadamente de diez hombres frente a uno, aunque esta cifra no refleja el elevado número de deserciones en ambos bandos.
Las duras medidas como el comunismo de guerra y el control del partido sobre el suministro de alimentos contribuyeron a la victoria de los bolcheviques, pero también influyó su capacidad para movilizar a la población e integrarla en la nueva estructura de gobierno. Por ejemplo, el alistamiento en el Ejército Rojo representaba el ingreso inmediato en el partido. El hecho de que los oponentes de los bolcheviques no llegaran a superar sus diferencias también favoreció a la causa roja, al igual que la actitud vacilante de los aliados.
  • La intervención internacional.
La intervención de los aliados en este conflicto comenzó de hecho con el envío de tropas para garantizar el suministro militar durante la I Guerra Mundial. Posteriormente, participaron en la Guerra Civil rusa porque consideraban a los bolcheviques como una fuerza hostil que alentaba la revolución socialista mundial y porque éstos se negaban a pagar las deudas contraídas por el gobierno imperial. Los aliados también estaban alarmados porque Rusia se había retirado del conflicto tras la firma de la Paz de Brest-Litovsk con los Imperios Centrales en marzo de 1918. Los bolcheviques se comprometieron a ceder varios territorios del antiguo Imperio Ruso (la región oriental de Polonia, los Estados Bálticos y Ucrania a Alemania, y Transcaucasia a Turquía); no obstante, los términos del tratado fueron revocados tras la derrota de Alemania.
Cuando concluyó la I Guerra Mundial, los aliados que habían vencido en la misma incrementaron su ayuda a las fuerzas blancas. Sin embargo, al poco tiempo encontraban cada vez más dificultades para justificar su intervención en Rusia debido a que sus respectivas poblaciones estaban hastiadas de la guerra. Las potencias vencedoras en el conflicto mundial, que carecían de un objetivo común, apoyaron con poco entusiasmo a las fuerzas contrarrevolucionarias blancas, que finalmente fueron derrotadas de forma definitiva en 1922.
  • Desarrollo de la guerra.
Una vez que los bolcheviques se hicieron con el control, el nuevo gobierno puso fin a la participación de Rusia en la I Guerra Mundial a través de la firma de la Paz de Brest-Litovsk el 3 de marzo de 1918. De acuerdo con lo establecido en este tratado, los rusos se vieron obligados a entregar los estados bálticos, Finlandia, Polonia y Ucrania. El pueblo se indignó por la pérdida de estos territorios, y la oposición al partido bolchevique provocó una guerra civil que se inició en 1918 y concluyó en 1920. El gobierno de Lenin, establecido en Moscú —la nueva capital—, adoptó medidas para eliminar a sus rivales políticos. Aunque el campesinado no era seguidor de los comunistas, decidió apoyarles ante el temor de que una victoria de los `blancos' acarreara la restauración de la monarquía. El Ejército Blanco, desorganizado y con escasos apoyos, fue derrotado en 1920 por el Ejército Rojo.
Lenin y el Partido Comunista Ruso (nombre que recibió en 1918 la formación política integrada por los bolcheviques del antiguo POSDR) se hicieron con el control del país. Las huelgas de los trabajadores, las revueltas campesinas y la rebelión de la guarnición de Kronstadt, que reclamaba un gobierno formado exclusivamente por socialistas, fueron reprimidos en poco tiempo. En 1921, Lenin estableció la Nueva Política Económica para fortalecer al nuevo Estado, empobrecido tras siete años de desórdenes y declive económico. El 30 de diciembre de 1922 se constituyó oficialmente la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en la que los territorios étnicos del antiguo Imperio Ruso se unieron a la República Socialista Soviética Federada de Rusia.
  • Consecuencias.
La Guerra Civil rusa causó grandes estragos, ruina económica, multitud de muertes debidas tanto a las operaciones militares como a las enfermedades, y la emigración de entre 1 y 2 millones de rusos de clase media y alta. Se estima que las víctimas de la guerra oscilaron entre los siete y ocho millones de personas, de las cuales más de cinco millones eran bajas civiles. Desde el estallido de la I Guerra Mundial hasta el fin de la Guerra Civil rusa, se calcula que perdieron la vida 16 millones de rusos, en su mayoría población civil.
La guerra provocó un marcado empeoramiento del nivel de vida entre la población rusa y destruyó gran parte de la infraestructura del país. La producción industrial cayó hasta un 20% menos del nivel alcanzado antes de 1914. Al disminuir la cantidad de tierra cultivada, se produjo una hambruna en 1921 y 1922, en la que perdieron la vida aproximadamente 5 o 6 millones de personas. El número de rusos que perecieron hubiera sido mucho mayor de no ser por la ayuda de los organismos internacionales, que establecieron comedores de beneficencia para alimentar aproximadamente a 22 millones de personas.
Los bolcheviques, ante la oposición de los campesinos y los trabajadores, sustituyeron el comunismo de guerra y otras medidas impopulares por la Nueva Política Económica (NEP) en marzo de 1921. Algunos estudiosos opinan que el fin del comunismo de guerra guarda relación con el final de la Guerra Civil. La NEP permitió a Rusia acercarse en la segunda mitad de la década de 1920 a los niveles de producción industrial y agrícola anteriores a la guerra.
Muchos historiadores consideran la Guerra Civil rusa como un periodo formativo que militarizó al partido bolchevique y perfiló la futura política comunista. Gran parte de los métodos practicados por el partido durante la Guerra Civil fueron aplicados por el dirigente soviético Iósiv Stalin a finales de la década de 1920, cuando lanzó un ambicioso y duro programa para industrializar la URSS y colectivizar la agricultura.
7_ LA N.E.P. :
Al terminar la Guerra Civil y ante el creciente descontento popular, el Partido Comunista, dirigido por Lenin, decidió hacer un alto en la política de control estatal sobre la economía. Se daba así paso, a partir de 1921, a la llamada Nueva Política Económica (NEP), que duró hasta 1928. Se trataba de una política de reconstrucción económica que introdujo elementos capitalistas en el campo y en las industrias. Se puso fin a las requisas y confiscaciones en el campo y los campesinos pudieron disponer libremente de sus tierras y comercializar sus productos a cambio de pagar un impuesto en metálico. También se desnacionalizaron las pequeñas industrias. La producción aumentó y mejoró el abastecimiento de las ciudades. Sin embargo, los precios agrarios, ahora mas libres, comenzaron a subir, lo que perjudicó al obrero industrial. Surgió una nueva clase de comerciantes prósperos, y también volvieron a surgir las desigualdades sociales en el campo, al reaparecer la figura del campesino rico o kulak.
Esta política abrió un clima de debate en el seno del partido: por un lado un debate económico entre los partidos de esta transición que contase con el apoyo del campesinado - Lenin entre ellos- y los que estaban a favor de una colectivización acelerada que favoreciese a la industria - Trotski y Stalin -; y, por otro lado, un debate político a favor o en contra de una mayor democratización de las estructuras del estado. Nació, en 1922, la Unión de Repúblicas Soviéticas (URSS o CCCP, en ruso). Por último, también se suscitó un interesante clima de debate cultural y artístico entre los partidarios de las vanguardias y la experimentación y los del realismo socialista.
Nueva Política Económica (NEP), política de liberalización económica aplicada de forma temporal en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) desde marzo de 1921 hasta enero de 1929, si bien en 1928 prácticamente había finalizado su aplicación. La NEP fue adoptada para reactivar la economía, incrementar la producción de alimentos y favorecer la creación de empresas después de varios años de guerra civil, y fue concebida como una pausa dentro del proceso de construcción del socialismo en el Estado soviético.
A principios de la década de 1920 la economía soviética atravesaba una grave crisis a causa de la Guerra Civil, que había dado comienzo en 1918, y las duras medidas impuestas por el comunismo de guerra (1918-1921), la política económica que reemplazó la economía de libre mercado por una estructura económica de corte militar. El volumen de producción de 1920 representó menos de una séptima parte del nivel obtenido antes de la Revolución Rusa de 1917; además, la escasez de las cosechas de grano de 1920 y 1921 ocasionó una hambruna en la que fallecieron cerca de cinco millones de personas.
Vladímir Lenin, el máximo dirigente del gobierno soviético, introdujo en marzo de 1921 la NEP para revitalizar la economía del país mediante la liberalización del comercio y la producción agrícola e industrial. El gobierno, en lugar de requisar el excedente de producción agrícola, permitía a los campesinos vender sus productos en un mercado abierto después de pagar un impuesto proporcional a su producción neta. A los agricultores se les permitía comunismo de guerra; se privatizaron las pequeñas y medianas empresas, mientras que el Estado seguía siendo el propietario de los llamados "intereses principales": las finanzas, el transporte, la industria pesada y el comercio exterior. El uso del dinero, que había sido sustituido por un sistema de trueque, cuotas y mandatos, se reintrodujo en 1921. La economía soviética creció rápidamente bajo arrendar tierras y contratar mano de obra, lo cual estuvo prohibido durante el periodo de aplicación del la NEP y hacia 1928 la producción agrícola, la industria y el transporte habían superado los niveles del periodo prerrevolucionario.
Sin embargo, se produjeron ciertos desequilibrios económicos durante la aplicación de este sistema, por lo que el gobierno soviético decidió reinstaurar el control centralizado de la economía. El aumento de los precios de los bienes industriales llevó a los miembros del gobierno a fijar un valor máximo para los artículos no agrícolas a fin de controlar las presiones inflacionistas. El dinero pagado al productor de cereales se vio reducido a mediados de la década de 1920, por lo que los campesinos se negaron a vender su producción a la espera de que aumentara su importe. Pero los controles sobre el valor de los productos industriales y agrícolas resultaron ser ineficaces debido a la actuación de comerciantes particulares que compraban y vendían los artículos de acuerdo con la oferta y la demanda. Bajo la dirección del secretario general del Partido Comunista, Iósiv Stalin, que veía en las actividades de los campesinos y los comerciantes particulares una amenaza para el régimen comunista, las cuotas de producción agrícola se reimplantaron en 1929, y en 1930 el comercio privado pasó a ser un delito.
Stalin sustituyó la NEP por su propio programa económico basado en los llamados planes quinquenales. En el primero de estos proyectos (1928-1932), la planificación central sustituyó a los mecanismos de mercado y la economía soviética se vio sometida a un estricto control que perduró hasta 1991, año de la desintegración de la URSS.
La guerra civil había favorecido la intervención y el control de los sectores básicos de loa economía por parte del Estado. La reorientación de la producción, la administración racionada de los recursos y el control de la distribución eran fundamentales para mantener el aprovisionamiento del ejército y las ciudades. Esta política intervencionista había sido común a todos los países que habían estado en guerra. El nuevo planteamiento de la actividad económica, denominado comunismo de guerra extendió la nacionalización a las pequeñas y medianas empresas.
La pérdida de una importante del territorio y el aislamiento del Estado soviético agudizaron la escasez de recursos. Pero en otros casos, no se podía aplicar el mismo tipo de soluciones. Los excedentes de las granjas comenzaron a ser requisados y redistribuidos en los centros de racionamientos. Esta situación provocó la resistencia de los campesinos. El gobierno actuó enérgicamente para evitar estas prácticas, fortaleció la inspección mediante la creación de comités de Pobres del Pueblo, tipificó los delitos y estableció unas penas para los infractores.
En la industria la situación no era mejor. El control obrero de las fábricas de los primeros días fue suspendido. Se dio paso a la militarización del trabajo bajo la supervisión de los delegados estatales. La situación de los obreros en las ciudades llegó a ser crítica. Para contrarrestar esta situación, parte de los salarios se pagaba en especie, pero aún así el hambre se extendió por las ciudades.
La situación de malestar creada por el comunismo de guerra y el desarrollo de una oposición obrera y campesina, forzaron al partido bolchevique a modificar sus planteamientos en materia económica. En marzo de1921 se establecieron los principios de una Nueva Política Económica (NEP), que se mantendría vigente hasta 1927. Se trataba de una economía de tipo mixto, que alternaba la intervención estatal en determinados sectores productivos con una cierta convivencia con la iniciativa privada en la industria de consumo, en la producción agraria y en el mercado interior de precios libres.
En la agricultura se permitió a los campesinos ricos (kulaks) la extensión de la superficie cultivada mediante la incorporación en arrendamiento de las tierras de los campesinos pobres. La requisa se sustituyó por el cobro de impuestos en especie y los excedentes se podían vender en mercados locales. La acumulación de beneficios en manos de os kulaks les convirtió en los dueños de las aldeas, quizá como consecuencia de esto, pasaban a presidir en algunos casos los soviets rurales. También se beneficiaron de las nuevas medidas los mercaderes que atendían el comercio interior, conocidos como hombres de la NEP.
Se incrementaron las empresas particulares destinadas al consumo que podían vender sus productos en los mercados locales. Se reanimaron las industrias artesanales de las zonas rurales. La industria pesada inició la descentralización, creando consejos que administraban los centros industriales de las repúblicas. Para aumentar la producción, el Estado adoptó métodos capitalistas, como el establecimiento de diferencias salariales
8_ EL NUEVO ESTADO SOVIETICO.
También durante la Guerra Civil se sentaron las bases legales del nuevo Estado obrero vertebrado a partir de los soviets locales. Cada soviet nombraba sus propios delegados, y los representantes de todos los soviets reunidos nombraban al gobierno, por lo cual esta institución emanaba por delegaciones sucesivas de los consejos de los soviets. Soviética es la forma que adopta el Estado obrero. Este nuevo sistema de organización estatal quedó definido en la constitución de 1918. Se aplicó sólo al reducido territorio que dominaban los bolcheviques: la República Socialista Federativa de los Soviets de Rusia (RSFSR).
El Comité Ejecutivo Central Panruso nombraba y controlaba al Consejo de Comisarios del Pueblo.
Frente a la división de poderes característica de las constituciones liberales se adopta la concentración del poder en la cúpula del Estado, concentración que se estima necesaria para imponer el socialismo, objetivo fundamental de la dictadura del proletariado. Una vez completada esta labor ha de desaparecer el Estado.
El modelo de Estado diseñado para Rusia en la Constitución de 1918 se fue extendiendo. Se creaba así, en 19212, un extenso estado federal, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). La primera constitución socialista fue la Constitución de 1924.
Esta nueva constitución desarrollaba los principios del decreto de las nacionalidades. El Congreso de Soviets de la Unión, ahora Soviet Supremo, quedó compuesto por los delegados de los congresos de los soviets de las diversas repúblicas de la URSS. El Comité central ejecutivo quedaba dividido en dos consejos: el Soviet de la Unión y el Soviet de las Nacionalidades. El primero estaba encargado de las competencias del gobierno de la URSS (Asuntos Extranjeros, Guerra y Marina, Planificación Económica…) y el segundo de las competencias de las repúblicas.
Cuando la República de Georgia quiso acceder a la independencia en aplicación del derecho de autodeterminación, Stalin lo impidió invadiendo el país el 1921. La centralización administrativa y la uniformidad cultural que habían caracterizado al imperio zarista se vieron ahora superadas. El reconocimiento y respeto de la diversidad étnica se llevó a la práctica, favoreciendo la alfabetización y el desarrollo de las peculiaridades culturales. A la República rusa se unieron, con igual rango, Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia. Alguna de ellas, como Transcaucásia, se dividía a su vez en repúblicas autónomas: Georgia, Azerbaiyán, Abjasia,… Un tercer grupo de repúblicas autónomas quedaban federadas directamente a la Unión Soviética, como en el caso de las repúblicas musulmanas de Asia Central.
La difícil situación del gobierno bolchevique durante el conflicto produjo una fuerte bolchevización del Estado. En enero de 1918 se había reunido en Petrogrado la Asamblea Constituyente, elegida por sufragio universal y en la que los bolcheviques eran minoritarios frente a mencheviques y socialistas revolucionarios. Esta desautorizó al gobierno bolchevique. Al día siguiente la Asamblea fue disuelta y la tarea de elaborar la Constitución se trasladó al III Congreso Panruso de los Soviets. En junio de ese mismo año se acordó la expulsión de los partidos que no apoyaran al poder durante la guerra civil.
El 30 de agosto Lenin resultaba herido en un atentado del que nunca se repondría satisfactoriamente. Como respuesta al Terror Blanco, que multiplicaba las ejecuciones de prisioneros, se desarrollo el Terror Rojo. La policía (Checa), que en 1924 sería sustituida por la por la policía secreta (G. P. U.), utilizaba los mismos métodos. Las protestas contra esta situación culminaron en marzo de1921, en el motín de Kronstadt. En esta ciudad insular los marinos que permanecían atracados en el puerto se pronunciaron a favor de las elecciones libres de los soviets. Eligieron un comité revolucionario que negociase con el Gobierno y detuvieran al presidente de soviet de la ciudad (un bolchevique) y a las autoridades militares. Cuando finalmente se rindieron la represión fue durísima.
El partido único se había convertido en un bloque cerrado, en una estructura paralela al Estado: Los dirigentes del partido eran los mismos que acaparaban los cargos del Estado. Un número relativamente reducido de personas tomaba las decisiones que afectarían a millones. Es lo que Lenin criticaba en sus últimos escritos como la creciente burocratización del partido. La confusión entre el Estado y el partido único se convirtió en in elemento de unidad integradora para el mosaico de repúblicas y etnias, resultado de la estructura federal.
9_ LA EXPANSIÓN DE LA REVOLUCIÓN.
Estos debates fueron el telón de fondo de los últimos años de Lenin, ya envejecido y enfermo, al frente de la URSS, hasta su muerte en 1924. En un principio, la dirección del partido iba a ser colegiada entre los principales dirigentes bolcheviques: Trotski, Stalin, Kamenev, Zinoviev y Bujarin, fundamentalmente. Trotski podía ser considerado el sucesor natural de Lenin, dado su prestigio personal y su protagonismo desde 1905, pero se oponía a la NEP y a la burocratización del partido, que según él alejaban a la URSS del espíritu revolucionario original de octubre. Además opinaba que era imposible la construcción del socialismo en un solo país, fórmula esta que defendían varios dirigentes, y particularmente, Stalin. Estas discrepancias redujeron los apoyos que tenía Trotski en el partido, omnipresente en la vida soviética, y aumentaron los recelos hacia él del resto de los líderes comunistas. Por ello, a Stalin, que controlaba la burocracia del Partido Comunista desde su cargo de secretario general, no le fue difícil marginarlo de la dirección y expulsarlo después.
10_ LA SUCESIÓN DE LENIN.
Dos personajes clave:
  • Trotski, creador del Ejército Rojo, es un personaje clave dentro del partido bolchevique. Este es partidario de una revolución permanente e internacional, critica la NEP y apoya la colectivización.
  • Stalin, ministro de las nacionalidades y posteriormente secretario del partido bolchevique. Es partidario de la revolución en un solo país. Adquirió aptitudes gracias al rápido ascenso en su partido.
Entre estos dos personajes hubo constantes conflictos debido a sus diferencias. Esto trajo consigo que Stalin deportara a Trotski a Liberia y después a México, pero aún así, por miedo a que regrese, manda que lo asesinen.
11_ LA ERA DE STALIN.
En el ámbito político, la URSS derivó, a partir de 1929, hacia una auténtica dictadura personal encarnada por Stalin y apoyada en la infalibilidad del Partido Comunista y de sus dirigentes. Los rasgos políticos de esta dictadura pueden resumirse en:
  • El culto a la personalidad. Se exaltó al líder con una propaganda y unas alabanzas que recordaban a la divinización de los antiguos emperadores. Se idealizaba a Stalin como el “gran padre benefactor”.
  • El marxismo-leninismo se convirtió en una “doctrina religiosa”: quien se apartaba de esta doctrina era considerado “hereje” y, como sospechoso político, podía ser detenido y ejecutado.
  • En el ámbito territorial, esta dictadura se apoyó en un partido de masas teñido de un nacionalismo ruso de nuevo cuño, muy diferente al partido revolucionario e internacionalista de minorías que Lenin diseñó.
  • En el ámbito internacional, se acuñó la doctrina del socialismo en un solo país. Stalin manifestó que la construcción del socialismo solo era posible en la URSS y no era necesario ni deseable exportar la revolución a otros países.
  • Para mantener esta política, se impuso un régimen de terror político y social que se aplicó en el seno del partido mismo. Se procedió a las purgas, que afectaron a las militantes y a los dirigentes. Entre 1934 y 1939 se juzgó, se condenó y ejecutó por delitos ficticios a la mayoría de los lideres y militares históricos de la revolución de octubre en los años de la guerra civil. Se sustituyó la NEP por una planificación autoritaria y centralizada de la economía. No había oposición posible ante aquel régimen del terror. El objetivo principal era industrializar el país en el menor tiempo posible.
  • Los planes quinquenales, llamados así porque marcaban objetivos para cinco años. Lograron un crecimiento económico vertiginoso.
  • La colectivización de la agricultura. Desapareció la propiedad privada en el campo, sustituida por los Koljoses, granjas de propiedad colectiva donde se agrupaban las tierras de los aldeanos controladas por el estado propietario de la maquinaria; y los Sovjoses, granjas estatales que empleaban obreros asalariados.
Una apuesta por la industria pesada. En la gran industria, la mayor parte ya nacionalizada antes de 1921, los cambios fueron menores. Se optó por desarrollar la industria de bienes de producción frente a la de bienes de consumo.
Como resultado de la NEP, la producción agrícola creció espectacularmente. También había aumentado la producción de bienes de consumo.
De forma paralela se había producido una creciente diferenciación social en el campo y en las ciudades: el enriquecimiento de los Kulaks y de los hombres de la NEP contrastaba dramáticamente con la pobreza de jornaleros y obreros menos cualificados entre los que crecía el paro. El debate ideológico era complejo, no solo incluía cuestiones socioeconómicas, también implicaba rivalidades y diferencias políticas. Coincidía con el apartamiento de Lenin debido a su enfermedad, que acabaría causándole la muerte. Se produjo la liquidación de la NEP, que Trotski había calificado de capitalismo de estado. El Estado pasa ahora a ser el único impulsor del desarrollo económico mediante la planificación. Desde 1928, se aprobaron tres planes quinquenales, el último interrumpido por la Guerra Mundial.
Una de las principales consecuencias de la planificación centralizada fue la Colecitivización agraria. Los kulaks y los medianos propietarios trataron de resistirse recurriendo a la matanza de ganado y la quema de cosechas. Muchos fueron deportados a Liberia o encarcelados. Las tierras de cultivo se reorganizaron siguiendo dos modalidades: sovjos y koljos. Las granjas soviéticas o estatales correspondían a las tierras de mayor calidad y que pasaron a ser de propiedad estatal. El sistema de explotación lo convertiría en una empresa agrícola intensamente mecanizada. Las tierras de las aldeas quedaron reunidas en cooperativas estatales.
La colectivización agraria y la industrialización eran complementarias. La mecanización de las nuevas explotaciones permitiría el aumento de la productividad y la liberación de la mano de obra. El Estado impulsó el desarrollo de la industria pesada. Como diría Stalin, había que alcanzar y sobrepasar a Occidente, o lo conseguimos nosotros o nos destruirán. La victoria soviética sobre Hitler en la II Guerra Mundial confirmó estas previsiones. Se favoreció la aplicación de métodos estanjovistas (de Stanjov, minero que durante su turno hacía el trabajo correspondiente a 16 hombres y que fue tomado como ejemplo difundido por la propaganda oficial).
Se procedió a la electrificación del transporte y el consumo mediante la construcción de gigantescas presas, lo que disparó la producción de cemento. Se multiplicó la producción de petróleo, carbón y acero, se desarrollo la fabricación de maquinaria y se introdujeron los tractores. Se inauguró el metro de Moscú, símbolo de transporte de trabajadores.
En la Gran Depresión LA URSS demostró que podía conseguir un desarrollo distinto al del modelo capitalista, más igualitario tanto desde el punto de vista social como regional, partiendo de la gestión planificadora realizada por el Estado.
En agricultura cabe destacar la colectivización agrícola. Aunque los kulaks estaban en desacuerdo, los campesinos y los jornaleros lo apoyaron incondicionalmente. Los resultados no fueron muy favorables.
En industria destacó la nacionalización de las empresas. Pusieron hincapié en la industria pesada: Siderurgia, electricidad y maquinaria. Creyeron que con una industria pesada notable favorecería a una rápida industrialización. Dejan de lado la industria de consumo y hubo un fallo de tecnología, por lo cual la buscaron fuera. Para no depender tecnológicamente de ningún otro país, hacen hincapié en la educación para conseguir grandes promesas estudiantiles que favorecieran la tecnología soviética.
Consiguieron unas importantes mejoras económicas y una veloz revolución industrial. Hay desarrollo de las ciudades y de las personas dedicadas a la industria. La mujer se incorpora al trabajo. Hay más alfabetización. Aparece una clase de burócratas que están muy ligados a Stalin.
La modernización económica tuvo un precio muy elevado. Lenin había demostrado un gran poder de convicción. Desde 1922 su alejamiento de la política activa dio lugar al inicio de una serie de maniobras e intrigas que acompañaron al ascenso de Stalin.
Trotski parecía el líder capaz para la sucesión de Lenin. Gozaba de gran prestigio por su participación en la revolución de 1905 y por su labor al frente del soviet de Petrogrado en 1917, así como la creación del Ejército Rojo. Frente a Bujarin, destacado dirigente bolchevique, criticó los efectos de la prolongación de la NEP denunciando el enriquecimiento y la creciente diferenciación social que había producido.
Stalin había alcanzado el puesto de secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética. Formuló la necesidad de fortalecer el socialismo en un solo país y dar prioridad a la defensa del Estado soviético. Los opositores, Trotski, Zinoniev y Kamenev, fueron expulsados del partido.
La eliminación de los rivales políticos de Stalin culminó a mediados de la década de 1930, en la que comenzaron las “purgas”. En los simulacros de juicios se obtuvieron declaraciones de culpabilidad de los acusados. Entre ellos se encontraba Zinoniev, Kamenev y Bujarin, viejos militantes bolcheviques distinguidos por la lucha antizarista y su papel en la revolución.
Cuando en 1936 se aprobó una nueva constitución, era evidente que la dictadura del proletariado no iba a dar paso a la disolución del Estado prevista por Marx y Lenin. En realidad, el poder obrero había sido sustituido por la dictadura personal sustentada por la burocracia del partido. Stalin enterró la revolución estableciendo un sistema político rígido que había reducido el pensamiento marxista-leninista a una serie de principios indiscutibles. La realidad quedaba desfigurada por la propaganda. El inmovilismo impuesto se reflejó también en la vuelta a una política social conservadora, prohibiéndose el aborto en beneficio de una política fatalista y dificultando el divorcio. Afectó a la cultura, la intervención en la investigación científica y técnica y la eliminación de las experiencias artísticas innovadoras que habían acompañado a los primeros días de la Revolución quedaban subordinadas ahora a las directrices artísticas del llamado realismo socialista. Así, el camino recorrido por la Revolución rusa de Lenin a Stalin supone el abandono de unos planteamientos ambiciosos bastante alejados del proyecto inicial.